Fernando Alberto Giménez (32) fue condenado a 8 años de cárcel por romper la ventana de la cocina de su vecina Elizabeth Vega (78 años, con artrosis, casi ciega, diabética, hipertensa) la madrugada del 5 de agosto del año pasado en la Villa San Patricio, Chimbas. Y propinarle tal golpiza (piñas y trompadas) que la dejó desfigurada y sin varios de sus dientes inferiores, sólo para robarle las llaves de su casa porque no tenía dinero. Es la cuarta condena que recibe Giménez: las otras tres se le unificaron en una de 7 años y 5 meses de cárcel.

El fallo del juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) representó una adhesión al planteo de la fiscal Alicia Esquivel, quien pidió 9 años de cárcel por robo agravado y lesiones graves. La fiscal consideró que el acusado mintió al intentar desligarse, y reforzó su posición de que la víctima fue totalmente creíble cuando señaló como autor del ataque a su propio vecino, ese a quien ayudó con comida cuando era niño y su padre lo abandonó junto con sus hermanos.

‘Nunca pude volver a mi casa por miedo… este delincuente me arruinó lo que me queda de vida’, dijo la anciana.

La defensora oficial Mónica Sefair, en cambio, pidió la absolución. Dijo que Giménez dormía esa madrugada, que no pudo ser el autor por un accidente que le destrozó un dedo y le incapacitó su mano izquierda. Cuestionó el reconocimiento de su defendido (la anciana habló de dos sujetos e incluso de una mujer caderona). Y planteó lo llamativo que resultó que las mujeres que cuidaban a la anciana no aparecieran luego del ataque.

Sefair debe decidir ahora si pide o no a la Corte revisar el fallo.