No tenes ganas, andate. No tenes fuerzas para seguir, andate. No le encontrás la vuelta a la Selección, andate. Haces bien. Al fin y al cabo, uno está donde quiere estar y, a decir tuyo, ya no queres saber más nada con la Albiceleste. ¿Nos duele? Sí, por supuesto, pero es ‘tu’ decisión, nadie te presionó para irte ¿o sí? Ni una sola persona cuando terminó el partido y erraste el penal te dijo ‘andate, renunciá’.
Te criticamos, obvio, y está bien que así sea, pero nadie te echó. Hasta me conmoviste con tus lágrimas que se escurrían en tu barba, pero me decepcionaste con tu ‘se terminó para mí la Selección’.
Es más, puteamos a todos, desde Higuain hasta el ‘Tata’, pero a vos Lio sólo te criticamos o ¿te molesta que lo hagamos? Criticamos a Maradona, lo ‘matamos’ antes del ’86 y se la bancó, puteó, eso sí, pero el Diego no renunció. Vos no te la bancaste.
Nadie te cuestionó tu forma de jugar, por la simple razón que sos el mejor, el que entretiene la vista de cualquiera; eso sí, siempre pusimos el ojo en ‘esas’ otras cosas que no te sobran, como la enjundia, la personalidad y hasta el grito cuando hace falta.
Es más, nos hubiera gustado que insultaras más, que no haga falta que los otros jugadores den la cara por vos. Queríamos ganar ayer, el año pasado en Chile y el Mundial de Brasil. Queríamos que vos ganes, que levantes la copa, que saques a relucir esa sonrisa. Nadie, ni uno solo, se puso en la vereda de enfrente, pero no te bancas que te cuestionemos.
Ahora bien, si esperabas que ayer no te miráramos con ojos de ‘otra vez perdiste una final’, bueno, es porque no nos conoces. Te la tenías que bancar, dar la cara y decir ‘quiero revancha ya’. Pero no, vos renunciaste.
La verdad que no quería que la pongas en el ángulo ante EEUU o que te pegarás un festín con los panameños. La verdad que no quería que superaras a Batistuta. Queríamos que alzaras la Copa, la de América, o dos años atrás la del Mundo. Una copa, sólo una.
Messi, andate, haces bien.
