En la serie de televisión, es hija de la reina Hipólita, quien forma una figura de barro y los dioses le dan vida. Así logra su sueño de tener descendencia sin la intervención de un hombre. En el origen de la nueva Wonder Woman, también hay intervención divina pero es hija biológica de Hipólita, fruto de su relación con el dios Zeus, lo que la convierte en una semidiosa. Ambas esconden su verdadera identidad tras la de Diana Prince.