El comienzo del partido se demoró unos minutos porque el arquero de Boca, Agustín Orión, no se sentía seguro en el arco que en el primer tiempo tendría a la parcialidad de San Martín a sus espaldas.
Muchos de la parcialidad del verdinegro recordaban la lesión que el arquero de Boca provocó en Carlos Bueno en el campeonato anterior y algunos tradujeron mal ese repudio arrojando pirotecnia y proyectiles al arquero, que dos veces dejó el área grande para quejarse con el árbitro Silvio Trucco, mientras se sacaba los guantes. Tuvieron que interceder incluso los arqueros de San Martín para convencer a Orión que regrese al arco.