El tema se hizo público porque alguien de su entorno se lo contó al sitio de Internet "TMZ", página que se dedica a ventilar las miserias de las celebridades. Allí se decía que Oscar De La Hoya ingresó "voluntariamente" el pasado sábado a un centro de rehabilitación de Los Angeles, California, para combatir su adicción a las drogas.
El canal "Univisión" mostró el lunes imágenes del astro del pugilismo, mientras efectuaba una caminata con un grupo de personas por las afueras del centro de rehabilitación en Malibú, California.
Con barba ligeramente descuidada, rostro serio y utilizando camisa a cuadros roja y blanca, De La Hoya no respondió a la reportera del canal Univisión que le preguntó varias veces sobre su estado de salud. Esa intromisión en su vida privada obligó a que el ex seis veces campeón mundial de boxeo y ahora destacado promotor escribiera una nota a "TMZ", en la que, entre otras cosas destacó que "como todas las personas yo tengo mis defectos y hay ciertos temas que tengo que trabajar".
Ganador de seis títulos mundiales profesionales en igual número de categorías, De La Hoya se retiró en 2009 con récord de 39-6, tras una legendaria carrera que lo convirtió en un ícono del deporte mundial.
"A través de mi carrera, siempre he encarado de frente todos los retos, y este no es diferente", agregó en su misiva.
De la Hoya ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y en adelante fue reconocido con el sobrenombre de "Golden Boy", que más tarde trasladó a su compañía promotora de boxeo. Como profesional, ganó títulos mundiales en las categorías liviano junior, liviano, welter junior, welter, mediano junior y mediano.
"Pido respeto y privacidad mientras mi familia y yo pasamos por este proceso", terminó el escrito a la página web.
De la Hoya junto a Tiger Woods, que el año pasado debió afrontar una situación similar, pero por su adicción al sexo, cuenta con la ventaja, sobre otros boxeadores, que supo construir un imperio y que puede afrontar la situación desde la tranquilidad que le otorga el dinero. Según el canal Univisión, el tratamiento, de un mes, le costará 770 mil dólares. Colegas suyos, menos previsores e inteligentes -ver recuadro- tuvieron menos fortuna.
Acostumbrados a pelear, se encontraron indefensos ante un rival al que no pudieron enfrentar con sus manos. Algunos, ya sumidos en la miseria, no encontraron la luz en el final del túnel, esa que, desesperadamente, busca ahora De la Hoya.
