Aunque el nivel de recaudación de Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) mejoró desde 2004 a esta parte, hoy uno de cada cuatro usuarios no paga el agua potable, es decir un 25 por ciento. La mayoría debe menos de dos boletas, pero hay un alto índice que supera largamente los cinco meses. A modo de balance positivo, la ‘mano dura‘ que aplicó la gestión anterior sirvió para bajar el histórico 43,3 por ciento de morosidad que los usuarios arrastraban con el organismo.

OSSE es la empresa del Estado encargada de potabilizar el agua y hacerla llegar a través de una red de cañerías a los domicilios particulares y comerciales, y quien cobra una cuota a cambio de la prestación del servicio. Los beneficiarios son 150 mil, pero no todos pagan. Según la información que suministró el organismo, hay un 25 por ciento que no cumple. En términos nominales significa que uno de cada cuatro usuarios no paga por el fluido que recibe.

Según el nuevo presidente de OSSE, Cristian Andino, los morosos están divididos por cantidad de meses. Hay dos extremos: los que deben 1 mes representan el 55,5 por ciento y los que hace más de cinco meses que no pagan ascienden al 28,2 por ciento (en el medio está el 16,3 restante). Los que tienen mayores problemas son los más antiguos, porque si no se ponen al día en el corto plazo corren peligro de ser mandados a ejecución judicial y hasta pueden sufrir embargos y remates.

Los montos adeudados son muy variables: van de 200 a 100 mil pesos. En los últimos casos es deuda que ya está judicializada. Hasta noviembre del año pasado, había unas 50 mil demandas interpuestas en los fueros de Paz y Civil contra morosos del servicio de agua potable. No todas son contra usuarios distintos, porque hay muchos que tienen causas acumuladas porque lo que adeudan corresponde a diferentes periodos.

El primer paso del organismo para persuadir a los deudores es el envío de una intimación y si no se acerca a arreglar su situación, la próxima etapa es la restricción del servicio. Si bien OSSE no deja al usuario sin agua, por tratarse de un recurso vital para el ser humano, el caudal es disminuido al mínimo. Y si esa medida no da resultado, todo pasa a la etapa judicial, es decir el moroso es ejecutado a través de un juicio de naturaleza Civil.

El 25 por ciento actual de morosidad implica una baja respecto al
nivel promedio histórico. Hasta el año 2004, en el inicio de la era giojista, ascendía al 43,3 por ciento, aunque en algunas épocas rozó el 50. El índice de incumplidores se bajó a base de medidas más duras.
La gestión pasada, encabezada por Adrián Cuevas, hoy ministro de Gobierno, puso énfasis a aceitar el área judicial y se empezaron a ejecutar las sentencias. Y en el caso de las deudas de mayor envergadura, se trabaron embargos sobre inmuebles, automotores y sueldos, y hasta se publicaron edictos de remates sobre bienes de propiedad de deudores del servicio de agua potable. El resultado fue que, por ejemplo, grandes morosos fueron al organismo y suscribieron planes de pago para zafar de perder uno de sus inmuebles (ver Dos casos).

Ayer, Andino aseguró que uno de los objetivos principales de su gestión es ‘seguir mejorando la recaudación‘. ‘Si no hay recaudación, no hay plata para hacer obras‘, señaló el nuevo presidente, que viene de ser hasta el mandato pasado intendente de San Martín.