Cansada de padecer la falta de agua potable y después de ver el resultado que obtuvo su vecino santaluceño, Mirta Salina tomó la decisión de copiar su forma de queja. Colocó un cartel enfrente de la casa de su madre que dice: “En esta zona no tenemos agua potable”. El letrero se ve desde la ruta 20, unos metros hacia el Este del cementerio de 9 de Julio, a sólo 9,6 km de pleno centro sanjuanino. Allí, la falta de agua perjudica a unas 40 familias, según datos del municipio, donde dijeron que esperan comenzar a instalar la red la semana que viene.
Hace tres años, Juan Carlos Ferro decidió poner un cartel enfrente de su casa, en la ruta 20 en Santa Lucía. Su intención era reclamar la falta de agua potable en la zona de una manera que él calificó como “no invasiva”. Dos años y medio después, pudo festejar que el agua salía de las canillas.
Hacia el Este de esa zona, ya en 9 de Julio, hay unas 40 familias que viven la misma situación. Por eso, después de ver el resultado de la queja de su vecino, implementaron la misma medida.
Primero fueron a pedirle el cartel a Ferro, pero él lo había tirado. Por eso, hicieron uno muy similar, que inclusive tiene letras rojas y azules, igual que el antiguo pasacalles.
“Yo vivo aquí desde hace 35 años y nunca tuvimos agua. Antes usábamos agua del canal, pero empezó a venir tan sucia que no nos servía ni para lavar la ropa. Encima, ahora el canal está seco. Ya no sabemos qué hacer”, dijo Nicolasa Calívar, madre de la mujer que colocó el cartel.
Nicolasa contó que desde hace tiempo reclaman al municipio que realice la obra necesaria para brindarles el servicio. En respuesta, el municipio le dio dos tanques a cada familia y les envía agua en camiones. Por eso, en el fondo de todas las casas se ve los tachos azules. Pero, según dice Nicolasa, el agua allí se ensucia. Y no pueden colocarle cloro porque hace que tome el gusto a plástico del tanque.
El cartel está colocado desde hace pocos meses. Pero, según comentó el intendente de 9 de Julio, Walberto Allende, pronto podrán sacarlo. “Desde que empecé la gestión estoy tratando de solucionar este tema. Sé que es injusto que estas personas no tengan agua. Lo que pasa es que todo se complicó porque nos costó encontrar un pozo del cual poder sacar el agua. Pero ahora, Hidráulica nos permitió usar uno que les pertenece y que está en desuso”, comentó el funcionario.
Allende dijo además que “ya tenemos todo listo. La semana que viene llegan los materiales para empezar a trabajar. Así que creo que en unos 40 días el servicio va a empezar a funcionar”. La obra tiene un costo de 300.000 pesos que el municipio pagará con los fondos que llegan de la soja.
