El ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime fue procesado ayer por segunda vez desde que dejó el gobierno kirchnerista, esta vez por haber desobedecido un fallo judicial que le ordenó suspender la licitación de un corredor ferroviario.

La medida fue dictada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, que procesó a Jaime por el delito de desobediencia judicial -que tiene una pena de 15 días a un año de prisión- y le trabó un embargo de 30 mil pesos.

El juez autorizó que Jaime continúe en libertad mientras dure el proceso por entender que no hay riesgo de "entorpecer y/o afectar la investigación" por parte del ex funcionario ni riesgo de que se fugue porque demostró "comportamiento voluntarioso en el transcurso de la instrucción".

El ex secretario de Transporte había sido procesado el 21 de abril pasado por el delito de dádivas, tras ser acusado de haber aceptado viajes de avión por parte de empresarios a quienes debía controlar. Además, Jaime está imputado en varias causas: la más avanzada es aquella en la que el juez Norberto Oyarbide y el fiscal Carlos Rívolo investigan si se enriqueció ilícitamente durante la gestión pública con la compra de un yate y un avión, que se busca determinar si son de su propiedad.

Jaime asumió como secretario de Transporte en 2003, cuando Néstor Kirchner fue elegido Presidente, y dejó el cargo tras las elecciones legislativas del año pasado.

En la causa cuya resolución se conoció ayer difundida Martínez de Giorgi procesó a Jaime por no haber cumplido con una medida cautelar del juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila, que en octubre de 2006 le ordenó suspender la licitación servicio ferroviario pasajeros en el corredor Federico Lacroze-Posadas.

El entonces secretario de Transportes continuó con la licitación y fijó fecha para la venta de los pliegos y la presentación de ofertas, por lo que fue denunciado por el presidente de Trenes Especiales Argentinos S.A., Emilio Raúl Franchi, que tenía concesión del servicio.