Vieja casona:

�En 2011, la tradicional casona que había en Libertador y General Acha y que incluso había sobrevivido el terremoto de 1944 comenzó a ser demolida. En el microcentro, era la última casa de familia que quedaba en pie en una esquina de avenida Libertador, en el tramo que va de avenida Rioja a Mendoza. Es que ya en las otras ya había comercios o empresas desde hace años. Tras la demolición, en el lugar construyeron salones comerciales y ahora funcionan tiendas de ropa.

Una aceitera:

�Un terreno de 4.792 m2 que supo albergar a la vieja aceitera Agros, en la esquina de Hermógenes Ruiz e Ignacio de la Roza, Desamparados, con el correr de los años y de la mano de una inversión inmobiliaria privada se convirtió en un complejo habitacional. Y el extra del emprendimiento fue contar con un paseo comercial. El Patio San Ignacio fue abierto en 2012 y generó un cambio increíble en una esquina que conservaba algunos depósitos de la aceitera.

Una bodega:

�No fue una bodega de vinos famosos y su esplendor lo vivió en las décadas del ‘70 y ‘80, pero desde 1941 y hasta 2010, la esquina noreste de Mendoza y Cano, en Trinidad, tuvo una particularidad: se mantuvo igual, como si se resistiera a los profundos cambios que tuvo la zona con el transcurrir de los años. La vieja bodega que mantuvo su fachada sin modificaciones cedió ante la modernidad y fue demolida para darle paso a un emprendimiento inmobiliario.