Tierra de nadie. Así definieron al centro de salud más importante que hay en Albardón los vecinos de la zona y hasta la misma gente que trabaja en ese edificio. Es que el lugar no cuenta con vigilancia de ningún tipo y no está cerrado, por lo que es usual que durante las noches ingresen extraños a hacer destrozos o robarse algún tipo de insumos o aparatos, tal como sucedió durante la madrugada de ayer, cuando forzaron la puerta de ingreso de tres consultorios, según dijo Ernesto González Macías, al frente de la Zona Sanitaria que se hace cargo del hospital de Albardón, José Giordano. Así, este lugar se suma a otros centros de salud que hay en la provincia y que fueron víctimas de actos vandálicos de envergadura (ver aparte).
El centro de salud está rodeado por fincas y baldíos y no tiene cierre perimetral. Esta es una de las causas que, según los vecinos de la zona, hacen que este sitio sea inseguro. Dicen que como tampoco hay buena iluminación en la calle, se transforma en una boca de lobo donde se juntan a tomar alcohol durante los fines de semanas. Es por eso que es usual ver alrededor de los consultorios, cajitas de vino y hasta profilácticos usados. Este es el panorama con el que se encuentran tanto la gente que concurre a este hospital a hacerse atender, como los enfermeros y médicos que trabajan allí.
Esta situación llevó a que empezaran a elaborar un presupuesto para hacer un cierre perimetral de este centro de salud. Según González Macías, la idea es que comience a construirse en marzo de 2011. La colocación de rejas es la otra medida que están tomando para disminuir los actos delictivos. Pero hasta el momento no se planea colocar algún método de vigilancia, como cámaras, contratar adicionales de la Policía o alguna empresa de seguridad, tal como hoy se hace en el hospital Rawson.
El problema se agudiza durante las noches. El centro de salud permanece abierto y con personal de guardia, pero sin efectivos de la Policía para custodiar el lugar. No son más de tres personas las que están a cargo de todo el hospital después de las 19 y hasta las 7 del día siguiente. Fuentes allegadas al hospital afirmaron que en más de una oportunidad pidieron a la seccional de Albardón que hicieran una recorrida por la zona, pero nunca tuvieron respuesta.
Desde la administración de este centro, afirmaron además que la situación se complica cuando es época de cosecha porque empiezan a llegar trabajadores golondrinas, que durante las noches van a tomar alcohol al baldío contiguo.
"Empezaremos a asegurar el lugar, porque de lo contrario no podremos seguir adquiriendo aparatos. Incluso empezaremos a asegurar los accesos con cerraduras nuevas y rejas", prometió González Macías.
