Por segunda vez en menos de 10 días, la cúpula policial apeló a una decisión que parece instalarse como tendencia a la hora de resolver resonantes casos delictivos: armar un grupo especial de investigadores de distintas áreas, con dedicación casi exclusiva y en forma intensiva para el esclarecimiento del hecho. La fórmula dio resultados hace unos días con la detención de los supuestos homicidas y el secuestro de la moto robada al albañil jachallero Jesús "El Zurdo" Ormeño (46), asesinado de un tiro en el pecho al tratar de impedir el robo el lunes 16 de mayo pasado, en Rawson (ver recuadro). Y desde anoche esa alternativa de investigación vuelve a ponerse en práctica para dar con la banda que el 25 de abril pasado asestó el mayor robo en los últimos 7 años en San Juan: el de los $509.450 sustraídos a punta de arma de la distribuidora de bebidas "Arturo Zorrilla Martínez S.R.L.", en lateral de Circunvalación 510 Oeste, en Trinidad, Capital.
Las fuerzas que trabajarán en conjunto esta vez serán la seccional 3ra. dirigida por el comisario inspector Aníbal Zárate; la 2da. al mando del comisario inspector Rubén Marinero y pesquisas de Robos y Hurtos comandados por el comisario Carlos Vallejos.
"De esta forma he decidido reforzar la investigación para dar una respuesta positiva a este hecho preocupante, más aún porque ha pasado más de un mes y aún no tenemos algo positivo", dijo anoche escuetamente el jefe de policía, comisario general (RE) Miguel González, al cabo de la reunión con los jefes policiales convocados, en la que se impartieron directivas precisas para empezar a trabajar urgente.
De la decisión tomada anoche está al tanto el juez del caso, Leopoldo Zavalla Pringles. Y de ahora en más, los policías de calle de las áreas implicadas en la investigación deberán cruzar datos y cada avance será testeado por el propio jefe de la fuerza, al menos cada dos días, precisaron fuentes policiales.
El robo a la distribuidora ocurrió un lunes, primer día hábil después de un fin de semana largo que abultó la recaudación de tres días (por Semana Santa) en la sede del local. Y para los delincuentes no representó demasiado riesgo porque el local no contaba con seguridad privada ni policial y tampoco con cámaras de seguridad que hubieran registrado el rostro de esos cinco delincuentes armados que redujeron a unas 25 personas.
Además de la investigación combinada de áreas policiales locales, los pesquisas cruzan datos con policías vecinas y también esperan la colaboración de la SIDE.
