En 2007, Susana Beatriz Naranjo de Barraza, de 44 años, se levantó por la mañana y se dio cuenta de que estaba perdiendo sangre en la pierna derecha, a la altura de la tibia. Al parecer, se le reventó una vena. Sufría de várices y no se había hecho atender, según sus hijos. La mujer, que de inmediato avisó a su marido y a sus hijos, vivía en el lote 52 de Villa Las Mercedes, ubicada en Calle 6 y Lemos. Entonces el hijo mayor, Mauricio de 25 años, le había envuelto la pierna con un trapo. Otro de los chicos, Cristina, había buscado ayuda desde su celular: “Llamé a emergencias. Eran como las 7 de la mañana. Me dijeron que no había ninguna ambulancia a esa hora”, contó la chica de 12 años. El padre había salido para buscar un patrullero que también llamó al SIFEME con la misma respuesta. La subieron al vehículo policial y murió camino al hospital.

Un escolar

Un chico de 13 años, insulinodependiente, que se descompensó en la Escuela Nacional Diego de Salinas, en Capital, en 2007. Como la ambulancia no venía, sus padres lo terminaron cargando en su propio vehículo y lo llevaron al Hospital Rawson donde fue atendido. La ambulancia llegó a los 35 minutos del primero de los tres llamados telefónicos pidiendo auxilio, habían dicho en la escuela.

Walter Moreno, alumno de Séptimo año en ese entonces, se descompensó a las 8.05 de la mañana. El pibe había llegado a las 8 a la escuela, ubicada en el Barrio San Juan, a menos de 2,5 kilómetros de la base de SIFEME.

El Chico empezó con vómitos y transpiración. Los docentes también llamaron a los padres que vivían a 12 cuadras, llegaron de inmediato y al ver que no llegaba la ambulancia lo llevaron ellos al hospital.

En una pileta

En la navidad de 2006, la pileta del camping de Rivadavia estaba llena y Leonardo Díaz, un chico de 10 años, se golpeó en la cabeza cuando se estaba por tirar del tobogán y perdió el conocimiento. En el lugar había un patrullero: los propios policías llamaron al SIFEME, que, según ellos se negó a ir hasta allá bajo el argumento de que el camping estaba fuera del radio de cobertura. Los policías cargaron al chico y se lo llevaban al hospital Marcial Quiroga. La médica a cargo, Verónica Landa, había sido acusada de negarle atención al chico, que había fallecido a consecuencia del golpe.

La profesional estuvo detenida, bajo la presunta autoría del delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero fue liberada dos días después y el caso no volvió a tomar estado público.