Con Cosquin pasa que si bien tenés que tener un poco de suerte, hay en los participantes falta de perseverancia. Una pareja de baile, va y si no pasa a la final, al otro año no se presentan. La constancia es lo que está faltando que años anteriores teníamos nosotros. En 2005 cuando gané como pareja, venía insistiendo hacía seis años. Nos bancábamos injusticias, o considerás que tenías que ganar y el jurado decía que no. Hoy no pasa eso, se vienen enojados, o muchos les dicen que merecían ganar y vuelven diciendo que el jurado es malo o que todo esta comprado. Eso hace que en el resultado no haya muchas distinciones.
No hay falta de talento, falta ese hambre de querer llegar.
Muchos trabajan solos sin pedir ayuda, eso te va a costar muchísimo, sin que nadie te diga un referente, así es cosquin, así es el escenario. Podemos ayudarlos, y no se acercan.
Desde el ministerio de Turismo se han dado posibilidades a bailarines, hay talleres de malambo, se pusieron dos profes como Sergio Gonzalez y Juan Pelletier, se construyó una tarima de malambo y son muy pocos los que asisten.
Lo charlamos con los participantes, hemos logrado entusiasmar a varios. El conjunto de malambo que fue a Cosquin, El Pulpero (foto), ir por primera vez y estar en una final, los hemos entusiasmado para que sigan, yo creo que habrá resultados. Podrían ser más. Puede haber frutos más adelante.
Talento hay y mucho. Varios de los rubros que fueron ahora, podrían haber tenido mejor resultado, algunos fueron por primera vez y ni preguntaron cómo es el escenario. Esperemos que mejore.
