– ¿Cómo nace este proyecto artístico?

– Venimos del teatro independiente, presentándonos en escuelas, en ferias del libro, en la costa atlántica, hasta que nos descubrió Mario Pergolini y trabajando para Cuatro Cabezas, nos instalamos en Calle Corrientes, eso nos abrió una puerta muy grande. Llegamos a la tele, ganamos el Martín Fierro como mejor programa infantil y seguimos haciendo teatro. Llevamos 20 años tratando de rescatar la imaginación con aventuras, cuentos y humor, jugando con el absurdo y el chiste, de ida y vuelta con el público. En los espectáculos apelamos abrir la puerta al juego. A que el chico y adulto que nos vea participe, ría, se divierta en familia y que las mismas historias que proponemos, puedan trascender del escenario y puedan seguir jugando en sus casas o en la escuela.

– ¿Paka Paka fue el espacio más adecuado para ustedes?

– Tuvimos oportunidades truncas para estar en canales de aire, todos los años nos prometieron cosas y no pasaba nada. Hasta que apareció Paka Paka y de las palabras fuimos a los hechos. Nos pareció un camino lógico por el mensaje que tenemos. Sin herir susceptibilidades, tratamos cosas sanas de la infancia y a los chicos como seres pensantes y creativos, de igual a igual, que usan las mismas herramientas que un adulto. No infantilizamos a la persona que nos ve.

– ¿Qué te parecen las otras propuestas existentes en televisión? ¿Son suficientes?

– Creo que como en todo en la vida hay cosas que se hacen bien con calidad y otras cosas se hacen para un negocio. No hace falta aclararlo, eso realmente queda a la vista, a veces el negocio viene acompañado por un aparato muy grande y es difícil competir mano a mano. Si bien nos acompañan marcas, sponsors y tenemos visibilidad en los medios, hay mucha gente que se dedica a esto y están afuera de todo el circuito. Les hace muy complicado competir. Como protagonista del espectáculo infantil, duele y molesta, pero hay que pelear y buscar herramientas contra eso. Una forma de ellas es hacer lo que hace Paka Paka, en que se dan espectáculos a un lugar como San Juan y acercarnos de otra forma sin ser comercial.

– ¿Hay más marketing o valores de cartón, que contenidos genuinos en la TV infantil?

– Si y mucho. Por ejemplo, algo alejado a lo que hacemos, yo rescato lo que hace Piñón Fijo, aunque haya cosas que me gustan y otras no, es evidente que tiene contenido dedicado a la infancia y está en un canal importante. Pero en ese mismo canal, emiten cosas que no da para que lo miren los chicos.

– ¿Los intereses de los chicos son más dispersos a la hora de saber qué transmitirles?

– Exactamente, lo que hacemos es ofrecer múltiples ventanas y agiornarnos a este tiempo. Hoy los chicos están acostumbrados a tener muchas ventanas abiertas y nos encargamos de mantenerlas ocupadas a todas. Y lo logramos.