San Juan, 23 de julio.- José Alessio, el cura suspendido por el arzobispado cordobés por expresarse a favor del casamiento entre personas de idéntico sexo, realizó fuertes declaraciones sobre la política de la Iglesia, el aborto, Benedicto XVI, y la moralidad sexual.

“La iglesia, con respecto a la moralidad sexual, se equivoca con en otros temas. Está atrasada con respecto al mundo en que vivimos, pero no lo digo yo, sino biblistas, teólogos. En la iglesia hay que cambiar cuestiones que tienen que ver con educación sexual, con matrimonios que se vuelven a casar, con el celibato obligatorio”, cuestionó Alessio.

“Sucede que en la iglesia conviven, mínimamente dos proyectos: uno que plantea una institución que se parece mas a una monarquía absolutista, y otra que quiere ser fraterna, comunitaria, abierta, cercana a los pobres”, declaró Alessio. “Esta última es la iglesia del Concilio Vaticano Segundo. Pero a esta idea hay que continuarla, porque han pasado muchos años desde la década del ´60, muchas circunstancias históricas. Hay que profundizar el camino de la renovación, y lamentablemente Benedicto XVI, nuestro actual pontífice, en lugar de continuar ese camino va para atrás”, analizó.

Alessio, quien públicamente se manifestó a favor del matrimonio entre personas de idéntico sexo, aclaró que “el matrimonio es el único sacramento que el ministro, en este caso un sacerdote, no administra. Los que lo hacen son los contrayentes. El sacerdote es simplemente un testigo, como puede haber otro. Y si una pareja de homosexuales me pide que yo sea testigo de ese acto, y me pide que elijamos un pasaje de la biblia, por ejemplo, para leer y que la ceremonia sea mas sentida, más bonita, ¿por qué no hacerlo? Yo creo que donde hay amor, está Jesús”, señaló.

Esta postura filosófica y política desembocó en la prohibición por parte de la curia cordobesa para celebrar misa. Alessio desconoció la orden porque “como le advertí al obispo, no podía aceptar una orden injusta. No puede haber obediencia debida ni en la iglesia ni en ninguna institución. No se puede ir contra la verdad e incluso contra el evangelio”.

La primera misa de Alessio luego de la orden de no celebrar, la dio en un espacio abierto, público, que se colmó de gente. Contra alguna teoría que indicaba que no podía celebrar la misa en la casa parroquial, el cura aclaró: “La hice en un espacio abierto porque la cantidad de gente, de católicos y no católicos que fueron a apoyarme no entraban en el templo, pero yo sigo, normalmente, ejerciendo mi ministerio en la parroquia”.

El tema en el que Alessio no pudo expresarse en la forma contundente que lo venía haciendo, fue el del aborto. “Es un tema delicado y profundo, ¿quién puede estar a favor del aborto?, nadie”, se preguntó y respondió. “Es una intervención quirúrgica que atenta contra la vida, no se puede estar a favor de atentar contra la vida, pero siempre hay casos excepcionales. La iglesia defendió, incluso teóricamente hasta hoy, la pena de muerte. Es decir, no estamos a favor de matar a nadie, pero la iglesia dice que en algún caso excepcional puede servir. Acá estamos en un caso similar si el legislador entiende que no hay otra solución, como en los casos como violación, o si corre riesgo la vida de la madre”, dijo.

Alessio admitió que no lo han llamado más desde el arzobispado cordobés, “ya que se ha iniciado un juicio a mi y a varios sacerdotes por haber opinado a favor del matrimonio gay. Mientras el juicio se instruya, se consigan los defensores, se preparen las instancias judiciales que son engorrosas, burocráticas, seguiré en mi parroquia y no creo que el obispo tome otra media, no tendría sentido. Sería agregar leña al fuego en un tema que ya no se discute más, porque el matrimonio entre personas de idéntico sexo ya es ley”, concluyó.