Una fiesta clandestina, organizada para menores en el predio de una vieja bodega en Rawson, fue desbaratada ayer en la madrugada gracias a los múltiples llamados al 911 que realizaron los propios padres de esos jovencitos y vecinos del lugar, informaron fuentes policiales. Así, efectivos de la Seccional 3ra se acercaron al domicilio donde se realizaba esa celebración y detectaron varias irregularidades: no estaba habilitada, había menores, se cobraba entrada, vendían alcohol, no había ningún tipo de personal de seguridad y tampoco, un responsable que se hiciera cargo de la organización, señalaron en la fuerza. Por ese motivo, se aprehendieron a 132 menores, de entre 14 y 17 años, y 18 organizadores (incluidos menores) fueron detenidos.

Por otro lado, el juez Correccional Enrique Mattar anticipó en declaraciones públicas que habrá multas en dinero para los padres de los chicos y para los mayores detenidos (ver aparte).

La ‘Kahlama Fest’ se realizó en una exbodega de callejón Rodas, entre calles Estados Unidos y Tahona, Rawson. Según la Policía, a la 1.30 de ayer comenzaron a llegar muchos llamados al 911 de padres y algunos vecinos preocupados por el lugar donde se realizaba el baile y la enorme concurrencia de menores.

Minutos después, la Policía llegó y comprobó que a los chicos se les cobraba una entrada de entre 20 y 30 pesos, a pesar que algunos de los empleados de la fiesta trataron de justificar que se trataba de un cumpleaños. Después, los efectivos detectaron otras irregularidades y la clausuraron. Además, secuestraron bebidas alcohólicas y un grupo electrógeno con el que alimentaban las luces y los equipos de audio. En la Policía agregaron que no sería la primera vez que los mayores detenidos realizan una fiesta de este tipo y anoche trataban de establecer quiénes serían los principales organizadores.