Cuando Nelly Valenzuela (83) atendió el teléfono escuchó algo que le heló la sangre: ‘mamá me han raptado, estoy golpeado y no sé dónde estoy. Prestame $5.000 porque me están apuntando con un arma a la cabeza y me van a matar’. Supuestamente quien le pedía ayuda era uno de sus hijos, el cual afirmaba que una banda lo había secuestrado, pero en realidad la anciana estaba siendo víctima de un secuestro virtual. En el medio de la confusión, la mujer juntó el dinero, les dijo a los delincuentes donde vivía y se los entregó en la puerta de su céntrico edificio de calle Mendoza. Pero después de la entrega, el matrimonio comprobó que en realidad su hijo estaba ileso.
Valenzuela estaba con Abel Amaya (88), su esposo, cuando el domingo a las 19.30 recibieron el llamado. ‘Creí que era mi hijo y le dije: ‘Rodi (se llama Rodolfo), ¿qué te pasó?’, pero solo me decía que necesitaba la plata’, dijo la mujer.
Los malvivientes realizaron unos 20 llamados al matrimonio y le pidieron que llevaran la plata del rescate a Rawson: ‘me negué y uno de los tipos me pidió mi dirección para venir a buscarla’, dijo la víctima. En ese momento, Amaya fue a un vecino para llamar a su otra hija pero igual tomó $5.000, bajó y le dio la plata a una pareja que fue ‘a cobrar’. El comisario inspector Darío Villafañe (Seccional 1ra) recomendó ayer a quien reciba un llamado así ‘no dar datos personales, llamar al 911, tratar de contactar a ese familiar y nunca entregar nada’.
