El olivo es símbolo de la paz por excelencia.

La paloma que envió Noé después del “diluvio universal” trajo en su pico un ramo de olivo, para decir el fin del diluvio. Según la religión cristiana.

Símbolo ordinario de la paz. Estaba consagrado a Minerva (diosa de la sabiduría, las artes, las técnicas de la guerra, además de la protectora de Roma y la patrona de los artesanos. Se corresponde con Atenea en la mitología griega), por cuya razón se la ve en muchos monumentos con un ramo de olivo en la mano de donde se le dio el nombre de Pacífera.

El olivo, considerado como símbolo de la paz, lo era también de la victoria y de la castidad. Los nuevos esposos llevaban en Roma guirnaldas o coronas de olivo y coronaban igualmente con él los muertos que conducían a la pira. Era asimismo el atributo de los guerreros triunfadores y el premio de los vencedores en los juegos olímpicos. Un olivo herido por el rayo era un presagio cierto según la opinión de los augures, del rompimiento de la paz.

Virgilio (poeta romano), para dar a conocer que el reinado de Numa, segundo rey de Roma, fue pacífico, lo representa con un ramo de olivo en la mano. Este mismo en las medallas de los emperadores indica la paz dada o conservada a sus Estados. El ramo de olivo que se da en España y se ve en muchas de sus medallas y otros monumentos indica que esta región producía y era, y sigue siendo, abundante en aceite.

En el pabellón de la ONU, la corona de ramas de olivo en todo el mundo simboliza la paz universal.