Hijas, la mejor compañía
Eliana Baudino tiene una gran certeza. Sabe que nació para ser mamá.
A semejante convicción llegó con el embarazo de Cora, su primer hija que ya tiene 3 años y medio. Pero ahora, vuelve a confirmarlo con la bebé que viene en camino.
‘Soy muy madraza. Hasta que ellas llegaron a mi vida, todo pasaba por lo que hacía: amo mi profesión (soy farmacéutica y trabajo en Abastecimiento, en el Ministerio de Salud Pública) y mi pasión es el tango, pero por ellas lo dejo todo. De hecho dejé de bailar cuando me centré en la maternidad y opté con mucho gusto abocarme de lleno a ser mamá y disfrutar de este rol”, dice esta treintañera que siempre soñó con convertirse en mamá y tener una familia numerosa como la suya. Tiene 6 hermanos, 3 varones y 3 mujeres, a quienes les agradece, entre otras cosas, el aprendizaje del compartirlo todo.
‘Me encantan los domingos con una mesa enorme. Y soñaba con esto para mí. Con mis pequeñas lo estoy cumpliendo”, asegura esta mamá que como buena bailarina no ha perdido ni la flexibilidad, ni la coordinación, ni las energías, pese a tener un embarazo casi a término, a esta altura de las circunstancias.
‘Mi mamá me dice siempre que yo soy el mejor ejemplo de que una no está enferma, sino que está embarazada y tiene más vida que nunca. No paro ni un segundo. No puedo parar porque mi hija Cora, no me lo permite. Creo que por ella, en estos meses, no he tenido ni un mareo, ni un dolor, ni una contracción dolorosa”, comenta quien ha tomado su segundo embarazo con mucho relajo, a diferencia del primero, cuando todo era desconocido y por ende, bastante más preocupante e intrigante.
‘Con Cora no dejé de consultar nada al médico. Cada dolor, cada cambio, cada duda. Vivía en el Dr. Scarzo, que me tuvo toda la paciencia del mundo. Ahora con la segunda bebé estoy más relajada. Ya sé de qué se trata. Igual, como no me gusta pasar dolores y prefiero evitarme sufrimientos y fundamentalmente facilitarle el nacimiento a mi hija, le pedí programar la cesárea. Yo creo que hay que pensar con la cabeza y el corazón en estos momento y dejar de lado muchos prejuicios y mitos”, asegura.
Si Eliana tiene que responder acerca de lo mejor que tiene la maternidad, no duda en que le demostró un amor sin igual. ‘Con Cora y con la bebé seguramente será igual, descubrí que es mi mejor compañera y compañía. Juntas nos disfrutamos y divertimos a más no poder. Somos muy felices. Ahora que soy mamá, recién entiendo en muchas cosas a mí mamá”, se confiesa mientras debate junto a su hija Cora el nombre de su hermana en camino. En realidad, es la pequeña quien hace las propuestas para que su mamá lo decida una vez que le vea la carita. Será Paulina, Catalina o Carmela. Pero más allá de este detalle, que no es menor, Eliana quiere que como Cora, sean nenas felices y sonrientes, que hagan lo que más les gusta y que sean buenas personas.
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Un desafío permanente
Eliana es licenciada en Comercio Exterior, trabaja, viaja, es mamá de María Luz de 2 años y 8 meses y espera la llegada de Guadalupe para fines de noviembre. Sin duda que esto resume la ajetreada vida de Eli quien confiesa que ‘la maternidad le cambió la vida’.
‘Siempre soñe con ser mamá, pero con la persona indicada, en un hogar lleno de amor, y afortunadamente esa persona llegó y ambas nenas fueron buscadas. Claro que cada día es un desafío, tanto en el hogar como en el trabajo, pero sin duda que el secreto es dar el ciento por ciento en cada cosa que haces. Además cuento mucho con la ayuda de Rodrigo (su esposo), y de mi mamá (Carmen Roldán), sino no podría hacer todas las cosas que hago’, dice Eli.
Su tarea en la Dirección de Comercio Exterior en el área de Promoción le exige viajar a ferias u otros eventos vinculados, por lo que la optimización del tiempo es fundamental. ‘A diario nos levantamos muy temprano, llevamos a la nena con mi mamá, luego al trabajo, y todo lo que sigue. El tema es cuando debo viajar porque tenemos que reorganizarnos. De todos modos hay que ser paciente y dar solución a cada tema. Eso se logra cuando uno tiene una familia, tanto de mi parte como la mi marido que colabora siempre con nosotros, de otro modo es más complicado’.
Eliana dejó de lado muchas cosas a partir del momento que fue mamá como lo hacen otras mujeres, pero lo hizo con mucho cariño porque fue una decisión de pareja consensuada. De hecho ella es profe de danza y no ejerce por una cuestión de tiempos.
‘Fui madre madura y eso ya te hace ver las cosas de otro modo, pero sí hay algo que cambió es el tiempo que destino a mi hija y a Guadalupe que viene en camino. Lo mejor es poder compartir los juegos, bailar con ella, divertirme. El amor hacia un hijo es único y eso es lo que vale’, agrega.
En resumen, Eliana apuesta a la organización y al amor, bases fundamentales para su hogar, su trabajo y los desafíos que surjan cada día. ‘Hay que tomarlo así, poner todo para que las cosas salgan bien, y en esto la familia es prioridad’, asegura.
Su segundo embarazo viene con tanto amor como el primero, y no duda que las cosas seguirán con la misma normalidad gracias al apoyo incondicional de sus seres queridos.
Paso a paso. Es la consigna de la familia Olmos-Madrid, por lo que aún no está decidido si en algún momento llegará un tercer hijo. Por el momento a disfrutar de Luz y de Guadalupe que todavía está en la panza de su vital mamá.
