La propia vivencia familiar motivó a Mauricio D´Asaro a encontrar una solución para una situación que se repite a diario para aquellas personas que tienen que atender a enfermos de Alzheimer. “Por las características de la enfermedad, que es progresiva, el paciente tiene que ser ayudado a movilizarse e incorporarse y marchar en forma repetitiva. Esta labor obliga a quien lo asiste a hacer un esfuerzo físico reiterado, la mayoría de las veces en posturas que no son buenas”, contó Mauricio. Por esta razón, ideó un sistema de dispositivos ortésicos que se ajustan al cuerpo del enfermo. “Este sistema -explicó- le proporciona al asistente, que puede ser un familiar, un enfermero o cualquier otro terapista, puntos de toma elevados. En otra fase de la enfermedad, se incorpora un dispositivo de toma inferior y contención de pelvis, que sirve para ayudar en la marcha del enfermo”.
