’A pesar de que desde la formalidad falta que se compruebe el milagro, para mí Cura Brochero ya es un santo. Un santo que quiero y admiro mucho. Es un ejemplo para mostrar a la sociedad por su vocación de servicio y por todo lo que hizo.

Recibí la noticia de que puede ser santificado con mucha alegría. Quiera Dios que se cumplan todos los requisitos para que se santifique. Además, que sea un santo más de la Iglesia es la voluntad de todos los que tenemos fe. Así, los que tenemos devoción y los que concomemos su historia podremos estar más felices. Además, pido a Dios que suceda y que suceda en San Juan. Por eso, deseo lo mejor a quienes van a trabajar en el tema.

Soy devoto de Cura Brochero desde chico. Es que la localidad de Brochero y Nono (en Córdoba) son lugares que visité muchas veces con mi familia, porque allí teníamos una tía que era religiosa. Era una hermana de mi padre y estaba en esa zona.

Además, actualmente el museo que está en la Iglesia principal de Brochero lo cuidan las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que es la congregación a la que pertenece mi hija. Todo esto me nutrió de mucha fe, ganas y admiración hacia una persona que yo considero santa.

Cuando fui a la beatificación a Brochero recuerdo que fue un descampado y que había muchísima gente. Estuve en toda la ceremonia y fue muy linda. Vino un representante del papa Francisco desde el Vaticano, que fue quien pidió la beatificación. También estuve en Albardón para la entronización de su imagen. Luego de esto volví un sábado y había muchísima gente.

Después de mi recuperación, muchas personas me dijeron que habían pedido al Cura Brochero su intersección para mi salud. Por todo eso, la devoción que siento por él se multiplica y se agiganta. Es que Brochero es un ejemplo de vocación de servicio, de humildad, de obediencia, de todo lo que debe tener una persona. Estoy convencido que va ser santo. Y si no es esta vez, será otra. Pero estoy seguro que todo este proceso que encara la Iglesia va salir muy bien’.