El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró ayer que “no hay dudas” de que se trató de un sabotaje el accidente ferroviario registrado el domingo en inmediaciones de la estación de Temperley, y lo vinculó al gremio de La Fraternidad y con su precandidatura a presidente por el Frente para la Victoria.
“No creo en las casualidades, creo en las causalidades. Estamos a 24 horas de un paro convocado por los gremios del transporte”, señaló el ministro y subrayó que “si hay una mafia (detrás de este hecho), que vaya presa”. Por el accidente hubo 41 heridos leves.
Sobre el hecho, identificó a Diego Sánchez, “con 8 años de antigüedad”, y Nicolás Navarro, como los conductores que “inician la marcha del tren con todas las señales rojas”, mientras que Pablo Mariscal, “con 12 años de antigüedad”, estaba “haciendo maniobras para acoplarse a una formación”, cuando se produjo la colisión.
El ministro difundió un audio, en el que se escuchan voces de alerta, pidiendo que se detenga el tren, y señaló que la formación “hizo caso omiso” a los avisos, porque “ignoró las advertencias de las luces y de la cabina” y que salió “un minuto antes de lo previsto”.
Sobre si había sido un sabotaje, Randazzo respondió: “No tenga ninguna duda” aunque seguidamente aclaró que “lo tiene que determinar la Justicia”. “Hay sectores que están dispuestos a cualquier cosa. Me cuesta creer que no esté el gremio de La Fraternidad atrás de esto. Me gustaría escucharlos, explicando esto que ocurrió”, reclamó.
A su vez, expresó que “cuesta creer que pueda haber personajes tan oscuros” y apuntó que “los tres episodios” de accidentes ferroviarios durante su gestión “estuvieron asociados a los cronogramas electorales” por lo que “se hace difícil pensar que hay un acto de irresponsabilidad solamente”.
