Cuando se fue de Desamparados, sabía que algún día iba a volver. Ahora, cuando se le abrieron las puertas para ponerse otra vez la camiseta puyutana para jugar en la Primera B Nacional, Gonzalo Parisi empezó a cerrar un ciclo propio con Desamparados. Lo sabe y lo disfruta. El Toro volvió con otra madurez, más sereno para hablar, más reflexivo para analizar lo que se viene en el futuro inmediato de Sportivo.
‘Fue lindo volver. La gente me recibió muy bien, me hizo sentir su cariño y yo siento algo muy especial por Desamparados porque me dio la chance de hacerme conocer en el ambiente. Al club lo vi mejor, más organizado. Con muchas ilusiones y con material como para hacer las cosas bien y quedarse en la B Nacional, una categoría que no es fácil para nada ni para nadie’, abrió Gonzalo a modo de repaso de lo que fueron sus sensaciones en esta vuelta a Puyuta.
Luego, buceó en lo personal. En su evolución como jugador, como persona: ‘Maduré, crecí mucho e intenté aprender siempre. Me tocó pasar por otros clubes y en cada uno de ellos puse lo mejor para avanzar en mi carrera. Pero Sportivo es diferente porque es como mi casa y acá me siento querido. Tal vez por eso no se sienta tanto esa presión porque ya me conocen y saben que dejo todo en cada partido’.
Jugar contra River en febrero es algo que para Parisi parece casi increíble aunque es muy consciente de que será una realidad: ‘Yo soy de Boca y en mi familia en La Pampa la mayoría es de River. Ahora que estuve de vacaciones, mis amigos y todos me decían que iba a jugar contra River y realmente, yo no lo podía creer. Es raro. Me pasó también viendo la tele y un partido viejo en el Gigante de Arroyito. Veía San Lorenzo-Rosario, del 95, y de pronto me puse a pensar que en pocos días más iba a estar jugando en esa cancha. Esto es algo sensacional. Una chance que no la pienso desaprovechar por nada del mundo’.
