La semana pasada se produjo el primer acercamiento entre los gremios vitivinícolas y el sector empresario para las negociaciones de los salarios de obreros de viñas y bodegas y el precio de la gamela para esta temporada, pero ya se evidenciaron contrapuntos muy fuertes entre las partes, que -a priori- pintan un panorama en donde el diálogo será clave para acercar posiciones, que por cierto hoy por hoy se encuentran en veredas muy distantes.
Todavía hay números muy generales, pero ya ambos sectores se han reunido con representantes del Ministerio de Trabajo de la Nación. Según fuentes de ambos bandos, la sensación que les ha quedado sobre la postura de la Nación, es que finalmente no hay techo en las negociaciones, pero ‘hay un fuerte pedido y una intención desde la Rosada, por marcar un grado de racionalidad en los acuerdos‘, explican.
Los empresarios están preocupados: piden coherencia y racionalidad a las negociaciones. Por eso desde ese sector advirtieron que ‘si los dirigentes de los gremios insisten con el 40 o 50% de aumento salarial son cifras imposibles de alcanzar en este contexto, y lo único que hacen es dilatar y complicar las negociaciones‘. En tanto que desde los gremios sostienen como argumento de lucha que el problema es que el ‘piso’ salarial de los trabajadores es muy bajo, por lo que un aumento de un 20% -por ejemplo- no satisface las necesidades de un trabajador del sector.
