Pasaron algo más de dos años desde que se inauguró el parque industrial de Albardón, el primero de una serie de aperturas que hubo recientemente de este tipo de complejos y que vino a oxigenar el único en su tipo que tenía San Juan y que fue abierto hace décadas (el de Chimbas). Ahora Angaco anunció que también tendrá un predio industrial y así en la actualidad ya hay 5 parques autorizados por la Secretaría de Industria y otros 3 proyectados, donde municipios y Nación invirtieron un total de 3.655.000 de pesos sumado al gasto que genera mantenerlos (limpieza, pago de iluminación, etc), pero hasta el momento hay sólo 5 empresas funcionando (ver radiografía). En el Gobierno dicen que “aunque sean pocas, hay muchas otras interesadas”, y que “sirven para el ordenamiento territorial en los departamentos”. Un caso testigo de este escenario es el parque de Pocito. Allí se vendieron “volando” todos los lotes, incluso uno de ellos lo compró una empresa que planea ensamblar camiones en ese predio. Pero lo cierto es que desde el anuncio con bombos y platillos que allí se instalarían 12 fábricas (la inauguración se dio el 30 de septiembre del 2011) a la fecha una sola de esas industrias abrió sus puertas (Troqueladora San Juan SA) y con el resto están charlando para saber si terminarán haciendo uso de los lotes que señaron, explicaron desde la Secretaría de Industria. Dejando Pocito de lado, sólo Albardón ha sabido tentar a grandes firmas, todas vinculadas al mundo de la minería, gracias a que dispone de 156 hectáreas y está a la vera de la ruta que conduce a las minas.
A decir por lo que brindan los parques industriales, resulta llamativo que por ahora el desembarco de firmas sea mínimo en virtud que hay herramientas que ganan las empresas estando allí. Tienen algunas ventajas impositivas: según la ley provincial Nº 8.130, los adjudicatarios de los lotes quedan eximidos por 10 años del pago de los impuestos inmobiliarios que graven el lote y del impuesto de sellos que graven las transacciones que se realicen con motivo de la adjudicación y de la explotación industrial. La otra herramienta es más política, ya que en su afán de potenciar los parques industriales el Gobierno nacional pone a disposición de las empresas que allí se instalen subsidios y créditos blandos.
“El éxito de los parques industriales, a tan poco tiempo de inaugurarlos, no puede medirse por la cantidad de empresas que están funcionando. Este ordenamiento en un espacio propicio que vamos a lograr de las próximas empresas que se instalen va a permitir que no ocurra lo que sucede hoy en día, donde fábricas han quedado rodeadas de casas”, explicó Sandra Barceló, titular de la cartera de Industria.
