Los más de 45 días en los que Brasil no recibió ni una sola pasa de uva y que dejaron una tendalada de trastornos para los exportadores sanjuaninos que tienen en ese país al principal comprador, hacían presagiar un horizonte oscuro. Pero casi que al fin de la campaña de comercialización los precios internacionales se acomodaron en valores entre un 10 y 12% superiores a los de la campaña pasada, que ya había sido muy buena, y esto terminó aliviando las cuentas de los empresarios. Así las cosas, una caja de pasas de 10 kilos se cotizó sobre los 21,70 dólares, equiparando precios históricos. De todas maneras, la fuerte presión de los costos internos sigue “limando” la rentabilidad y advierten los empresarios de la necesidad de ir mermando poco a poco la “brasildependencia”.

Un factor clave para que al fin y al cabo los precios fueran más altos de lo esperado, es que Turquía, principal productor pasero del mundo, tuvo una sensible merma y ello puso en el tablero internacional menos mercadería y, por ende, los valores tuvieron un repunte. La mala es que de no mediar nada extraño, los turcos se preparan para salir al mercado el año que viene con volúmenes muy superiores a este año, por lo que el precio tendería -explican- a ubicarse algo por debajo de los 20 dólares

Con este escenario y cuando todavía faltan algunas semanas para que finalice la comercialización gruesa, ya partieron al exterior unos 23 mil kilos de pasas; que comparado con los 27.715.251 kilos del 2011, aún está lejos de esos volúmenes. El año pasado las pasas locales partieron a 32 países, pero casi un 84% tuvo como destino Brasil.

“Creo que si no fuera porque al final de todo tuvimos precios internacionales altos, en esta campaña íbamos a terminar la mayoría quebrados después de lo que pasó con Brasil y que nos tuvo casi dos meses en ascuas, con todo frenado. Yo diría que una parte de los exportadores ganó un poco y otros terminaron a raya, pero terminó siendo mejor de como pintaba al principio”, explicó el empresario Alberto Cassab. Los últimos contratos se cerraron en valores no menos de 21 dólares la caja y hasta 22 dólares, alcanzando de esta manera los muy buenos números que arrojó la campaña 2010, una de las mejores de la última década, sumado a que allá por mayo de este año el escenario proponía precios chatos: entre los 17 y 19 dólares. “Necesitábamos vender alto para de alguna manera paliar todo lo que nos pasó esta temporada, porque no sólo hay que mirar lo que sucedió con Brasil, sino también los niveles de inflación terribles que tenemos que soportar y que nos achican la rentabilidad, lo que a la larga frena nuevas inversiones”, disparó por lo bajo uno de los popes de la industria pasera en la provincia.