Trinidad, el líder del Oficial, fue mucho más que Unión de principio a fin. Le costó más de 75 minutos abrir el marcador pero lo mereció mucho antes, con tres tiros en el palo, varias tapadas del arquero Quiroga y un rendimiento demoledor.
En el comienzo y desde el vamos, el líder se paró como líder ante la mezcla de experiencia y juventud que le propuso Unión. Así, rápidamente, Trinidad se hizo dueño del partido y de las mejores situaciones. Con la dupla Martiní-Gigena muy afilada y las apariciones de Leo Tejada y de Julián García, el conjunto de Pagés empezó a dilapidar ocasiones. Tejada metió dos remates en el travesaño, Julián García la tiró por arriba. Eran goles pero faltó puntería. Unión hizo poco en ataque y la única clara fue de Pablo Marín, que no pudo con el achique de Lavorante. Para colmo, a los 39′ Sebastián Cofré se hizo expulsar y ya nada fue igual.
En el complemento, con uno más y con todo a favor, Trinidad arrinconó a Unión y siguió dilapidando ocasiones. Unas por apuro, otras por impotencia. Pero claro, era solo cuestión de tiempo y de tranquilidad para que se abriera el marcador y se dio a los 31′ cuando Gigena armó una doble pared en la puerta del área y le sirvió el gol a Martiní que definió con clase.
Unión siguió tratando de aguantar como se podía pero en el final, y tras la breve interrupción por la pedrea entre las dos hinchadas, el recién ingresado Juan Flores sentenció la historia en favor del puntero del Oficial que esta vez, demostró con absoluta justicia que ese traje le queda a medida.
