Brasil, con el ‘Rey’ Pelé como director de un conjunto pletórico de estrellas, edificó en México 1970 su mejor obra en la historia de los campeonatos mundiales al demostrar en cada partido la superioridad que tenía con los rivales apelando a la técnica, velocidad, precisión, belleza y contundencia. Brasil se convirtió en el primer tricampeón mundial, tras las consagraciones en Suecia 1958 y en Chile 1962, mientras Argentina sufría por última vez la ausencia en una Copa del Mundo tras ser eliminado por Perú en las Eliminatorias.
Para tratar de impedir que los sudamericanos vuelvan a conquistar el Mundo, Italia intentó en la final contrarrestar el juego arrollador de los brasileños con una sólida defensa y líneas compactas, aunque no pudo con la magia verdeamarelha, que cerró un inapelable 4 a 1. Sin dudas, Pelé fue el director de la orquesta de un equipo que tuvo las luces de Gerson, Tostao, Rivelino y Jairzinho, entre otros.
El Mundial de México 1970 tuvo la participación de dieciséis equipos, de los cuales sólo tres fueron sudamericanos (Brasil, Uruguay y Perú). Los europeos fueron diez (Italia, España, Bélgica, Bulgaria, Israel, Checoslovaquia, Inglaterra, Alemania Federal, Rumania, Suecia y la Unión Soviética), hubo un africano (Marruecos) y dos centroamericanos (México y El Salvador). Brasil, el candidato, compartió el Grupo 3 con Inglaterra, Rumania y Checoslovaquia. Los verdeamarelhos comenzaron su camino al título con una goleada 4 a 1 sobre los checos. Luego, vinieron los triunfos ante los ingleses (1-0) y con los rumanos por 3 a 2 para clasificar a los cuartos de final. Allí, el rival fue Perú, al que vapuleó 4-2. En semifinal venció a Uruguay 3-1, mientras que la definición del título quedó con Italia y también se impuso Brasil, por 4 a 1 para levantar y quedarse con la Copa Jules Rimet, antecesora de la Copa FIFA, que se puso en juego a partir de Alemania 74.
