La Justicia de Noruega condenó ayer a la pena máxima de 21 años de prisión prorrogable a Anders Breivik, el confeso asesino noruego de 77 personas en la masacre del 22 de julio de 2011.
Noruega es uno de la veintena de Estados en todo el mundo que eliminaron la cadena perpetua de su código penal, por lo que el sistema judicial contempla una pena máxima de 21 años de cárcel.
Aún así, el asesino múltiple podría pasar su vida en prisión si la condena incluye la llamada “custodia” (forvaring) o prisión preventiva. El “forvaring” permite, después de 21 años de prisión, que la condena se prolongue durante cinco años más. Y como el número de prórrogas de cinco años es ilimitado, un condenado puede terminar sus días en la cárcel si es considerado un peligro para la sociedad. El condenado reaccionó con una sonrisa a la lectura de la condena. Antes de la sentencia, Breivik levantó el brazo derecho con el puño cerrado. Aún no está claro si el fiscal o el propio Breivik apelarán la sentencia, ya que el condenado había anunciado que sólo lo haría si ésta lo declaraba mentalmente enfermo como había solicitado la fiscalía. Fuente: Efe
