El Bohemio tenía que conseguir al menos un empate para coronarse campeón del mini-torneo del fútbol local denominado Mario Perona. Y así lo hizo. Igualó 1-1 con 9 de Julio y dejó sin chances a Marquesado, que terminó con el el mismo puntaje pero, por sistema olímpico (perdió el partido que jugaron entre sí), quedó por debajo de Peñarol.

Durante todo el partido, la hinchada del equipo de Chimbas se hizo sentir como si fueran locales. Trapos colgados, bombos y los tradicionales cantos, invadieron la tarde en 9 de Julio. A los 45′ del complemento y sin nada de alargue, el árbitro Riveros decidió terminar el partido. En la tribuna visitante, una fiesta. En el campo de juego, la satisfacción de los Bohemios de saber que se hicieron las bien cosas. "Estamos contentos de haber ganado este torneo. Nos sirvió para saber cómo tenemos que afrontar el próximo Oficial", comentó Santos Gaetán, el técnico de Peñarol.

En el vestuario, siguieron los festejos de los jugadores, quienes salieron rápido para alargar la felicidad en su propia cancha, donde los esperaba el grueso de la hinchada.

En cuanto al partido, el trámite del mismo fue siempre reñido y, como suele suceder en estos casos, el marcador se abrió luego de una jugada de pelota parada. Tras un tiro libre desde la derecha, Lezcano, sin marcas, cabeceó el centro desde el punto de penal y decretó el 1-0 para el local.

Poco le iba a durar la ventaja al anfitrión porque antes que se termine el primer tiempo Olivares hizo una jugada espectacular en la mitad de cancha, pasó a dos adversarios y fue a buscar la devolución para quedar solo ante el arquero rival y mandarla al fondo para el 1-1. Como en el complemento no hubo variantes, a Peñarol le alcanzó el empate para festejar.