En pleno luto tras el descenso consumado, en Obras manda la tristeza. Son horas difíciles en el club cuya historia dio un quiebre el sábado por la noche, tras caer ante Villa María Voley y perder la categoría. El club que había estado en todas las ediciones de la Liga Argentina de vóleibol no seguirá en A1. Ahora, la pregunta obligada es qué pasará con Obras, con su nueva realidad.
Y hay posturas encontradas en los dos popes del club: Yeyo Sánchez, DT y dirigente, y Chiqui Wiernes, vicepresidente del club. Aunque esto no significa una pelea ni mucho menos, sino opiniones diferentes de dos amigos. Mientras Sánchez afirmó que "es una obligación jugar la A2 (liga de ascenso)", ayer Wiernes indicó que no es una prioridad regresar a la A1.
"Hace años que quería alejarme del club y no podía porque no había nadie que se hiciera cargo. Pero ahora, siento que tanto yo como los jugadores tenemos que dar un paso al costado recién cuando dejemos de nuevo a Obras en A1. Tenemos un compromiso moral para dejar las cosas como estaban. Es una obligación jugar A2", dijo Sánchez.
Por su parte, Wiernes apuntó que "si fuera por el desarrollo de los jugadores, yo digo que tenemos que estar sí o sí en la A2, pero la realidad es que hoy a mi no me quita el sueño volver a A1. Sí me quita el sueño seguir trabajando en las inferiores".
Sobre las causas de que Obras tocara fondo tras cinco repechajes en las últimas seis temporadas, Wiernes hizo un largo análisis. "Acá hay un problema y es que los clubes de A1 que realmente hacen voley, no están protegidos por la ACLAV (el ente que maneja la Liga). Por el contrario, son castigados por los nuevos ricos, que no trabajan en inferiores, que no son clubes formadores. En definitiva, la Liga no está pensada para clubes como Obras, Azul, Ferro o Social Monteros, que ya habían dejado de ser de A1. También creo que esto es producto del poco sustento real que tienen las instituciones deportivas de San Juan, con poco apoyo oficial. A su vez, reconozco también que los dirigentes no fuimos capaces de lograr los recursos necesarios y fuimos dejando demasiado solo a Yeyo", indicó.
Sánchez también dio su visión. "El único responsable del descenso fui yo, porque estaba al frente de todo. Mi falla fue no haber encontrado el presupuesto adecuado para armar equipos más competitivos. Y lidiar con eso fue un desgaste muy grande durante muchos años. Quizá esto sirva para valorar algunas cosas y Obras pueda recuperar la mística. Pasamos de jugar en una pileta a un piso de taraflex (tipo de superficie usada en el profesionalismo). Y si no somos capaces de volver a jugar en cemento, entonces el espíritu se perdió para siempre", apuntó el DT.
Una vez que pase el momento más crítico, en Obras se reunirán todas las partes para definir los próximos pasos a dar. "Hoy es momento de duelo, pero cuando nos sentemos a conversar, nos vamos a poner de acuerdo, como siempre. Si bien es muy duro, hay que asimilar las caídas, como en la vida. Creo que no hay mal que por bien no venga", cerró Yeyo Sánchez.
