España, 13 de agosto.- Un comunicado de Salvamento Marítimo tras finalizar el recuento puso cifras definitivas a la llegada de inmigrantes subsaharianos en un día de trabajo muy intenso para ese organismo y la Cruz Roja en el sur de España: rescataron 94 pateras (embarcaciones) con 920 personas (778 hombres, 116 mujeres y 26 menores).
A ellos se les suman al menos 80 que lograron cruzar las vallas en Melilla, el enclave español en el norte de África, lo que completa el millar en la particular jornada.
Entre los rescatados hay historias de todo tipo, pero el caso que refleja el diario El País conmueve especialmente: se trata de Princesa, la bebé que llegó en una "lancha de juguete", una de las pequeñas embarcaciones que utilizan las familias para intentar cruzar el Mediterráneo rumbo a la Punta del Santo, en Tarifa, Cádiz.
En medio del mar, oficiales de Salvamento Marítimo rescataron a la bebé junto a otros dos recién nacidos, tres hombres y cinco mujeres, dos de ellas embarazadas. Pero en el caso de Princesa, los padres no estaban en el bote.
El País recoge el testimonio de sus compañeros de viaje, que explicaron que al iniciar el viaje se produjo un altercado con oficiales marroquíes, con un "intercambio de pedradas" que forzó a los papás de Princesa a quedarse en tierra mientras que la bebé se hacía a la mar con el resto de los migrantes.
Al llegar a la unidad de la Cruz Roja de Tarifa, la niña presentaba un cuadro de fiebre, con 38,5 grados de temperatura corporal. Se le suministró un antipirético infantil y pasó su primera noche en España durmiendo arropada con una manta dentro de una bañera.
Su edad se calcula en menos de un año. La descripción que publica el diario español señala que tiene cinco dientes y "unos ojos muy negros que lo escudriñan todo". Una voluntaria sevillana de 33 años, madre de dos niños, quedó al cuidado de la bebé, pero explicó que la policía espera que los padres la reclamen.
Aunque los rescatistas se niegan a bautizarla con un nombre real, en todo el centro de refugiados ya se la conoce como Princesa. Ella solamente tiene el deseo natural de cubrir sus necesidades básicas: tras derramar "apenas cuatro lágrimas", bebió "de tirón" sus primeros dos biberones de leche ibérica.
Con los 1.000 nuevos inmigrantes, la cifra de personas rescatadas en el mar en cuatro días se eleva a cerca de 1.300. Para la Cruz Roja, que los acoge a su llegada al municipio de Tarifa en el sur de España, son cifras insólitas.
A las llegadas por mar, hay que sumar los intentos de numerosos subsaharianos de cruzar por tierra la triple valla fronteriza que protege el enclave español de Melilla, en el norte de Marruecos.
Cruz Roja sobre los mil inmigrantes del martes: "En un solo día nunca lo habíamos visto".
Unos 800 lo intentaron el martes, aunque sólo unos 80 lo consiguieron. Una treintena lo hizo tras romper una de las puertas interiores de la verja de seguridad, mientras que el resto permaneció encaramado encima de la barrera durante varias horas hasta que la policía española permitió que bajara por el lado de Melilla.
El miércoles por la mañana, un centenar de personas quisieron penetrar una vez más, informó una fuente policial sin dar más detalles.
Ante esta situación, el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, se reunirá con la cúpula de su departamento "para analizar la situación de la presión migratoria y estudiar los refuerzos para hacer frente a este fenómeno", según un comunicado.
