Se podría decir que son las primeras flores que aparecen antes de comenzar la primavera. Por ello es la importancia en el jardín, además de su forma, color, textura y perfume. Se encuentran muchas personas expertas en estas cápsulas de vida.
Son herbáceas perennes, que durante un período del año, sobreviven como órganos de reserva ya sea en sus en sus raíces o tallos engrosados.
El otoño es la época propicia para plantar los bulbos de primavera, algunos son: Jacintos, Narcisos, Fresias, Marimonias, Azucenas, Anémonas, Amaryllis, Iris, entre otros. Incluso existen bulbos para cultivar en cada estación; por ejemplo, la Violeta de los Alpes florece en invierno y la Begonia y Dalia en verano, entre otros.
Los bulbos en un jardín no sólo ornamentan sino que para el que los cultiva los convierte en un aficionado. Se encuentra una gran variedad de ellos, algunos son nativos es decir propios de casi todas las regiones del país.
Dónde plantarlos
* Los bulbos se pueden cultivar en macetas. En estas quedan preciosos, agrupando varios bulbos de una misma variedad; así logran un efecto impactante de color. También se pueden combinar con otros platines de estación, por ejemplo Pensamientos, en este caso se plantan más separados.
* En grupos dentro de un cantero, o bien combinados con otras plantas perennes. Cuando se planta un bulbo, hay que marcarlo con una estaquita para evitar posteriores daños con la pala. Se recomienda armar diseños anchos, no formar filas angostas y alargadas pues disminuyen el efecto decorativo. Se deben plantar los bulbos en los huecos que queden libres entre las matas perennes.
* En macizos se pueden combinar con florales anuales de invierno.
* Debajo de los árboles para dar un toque de color a la carpeta verde.
* También hay floreros especiales para bulbos, que una vez preparados se los pueden llevar al interior.
Cómo plantarlos
La preparación del suelo no es difícil: se utiliza compost nuevo y tierra negra de buena calidad. Para lograr un buen drenaje se mezcla el sustrato con un poco de perlita o arena gruesa. Es importante elevar entre 15 a 20 centímetros el área donde se los ubicará, así forjará el drenaje por gravedad. Se recomienda apoyar el bulbo sobre un lecho de 1 centímetro de arena y harina de huesos.
Los bulbos no soportan el exceso de agua, por lo tanto se riegan bien una vez terminada la plantación y se corta el suministro de agua hasta tanto empiece la brotación.
Cada especie de bulbo tiene una profundidad de plantación específica, la cual debe respetarse. Como regla general se plantan a una profundidad 2 a 3 veces mayor que su longitud, esto varía al tamaño de cada bulbo.
Hay que buscar el ápice de crecimiento con una lupa, para colocarlo en la forma correcta. No utilizar fertilizantes nitrogenados. En cambio si requieren de potasio, para un crecimiento y floración adecuadas. Es bueno marcar siempre los bulbos plantados para su identificación (color, variedad, fecha de plantación y de floración, etc.)
La mayoría de los bulbos sólo prosperará a pleno sol, unos pocos se adaptan a vivir a la sombra.
Selección y compra
* Los mejores bulbos se muestran sólidos y pesados al tacto. Un bulbo blando significa putrefacción interna y uno liviano que se ha deshidratado, por lo tanto no producirán floración.
* Conviene elegir los que tengan sus túnicas protectoras intactas y sin desprendimientos.
* Si muestran heridas o golpes comenzarán a pudrirse en cuanto se los plante.
* Una causa común de fracasos es que a menudo se los comercializa fuera de la época de plantación.
* Estos órganos subterráneos soportan mal los efectos de luz. Por ese motivo deben presentarse cubiertos con viruta, turba o vermiculita.
Datos útiles
* No cortar sus hojas amarillas, ellas están en proceso de alimentar al bulbo.
* Si ya brotaron y la primavera viene con heladas tardías cubrir los brotes con un poco de turba para evitar que se dañen. Si se los plantó en medio del césped es necesario cubrirlos con una bolsa (de las que se comercializan las cebollas).
* Algunas especies se prestan para escalonar su floración, lo que requiere plantarlos en distintos momentos.
* Cuando pasan el ciclo y deban levantarse, guardarlos en una caja con viruta en un lugar seco, oscuro y fresco.
