No era el mismo semblante para Daniel Garnero que el de hace cinco días tras la caída ante Belgrano. Había dejado de lado la preocupación por ver el rendimiento más flojo de sus dirigidos, para darle paso a una buena dosis de calma tras una actuación que hizo volver a pensar en un San Martín confiable. En un equipo complicado para cualquier rival, tal cual evaluó el DT una vez que se enfrentó a los micrófonos.

“San Martín es esto: un equipo que le puede jugar de igual a igual a cualquier rival, sea de local o visitante. Somos un equipo duro, pero para serlo debemos tener en claro que podemos. Que somos capaces de incomodar a cualquiera”, explicó Garnero, quien ayer visitó un pulóver al tono con el día de hoy de la Primavera de color verde agua.

El partido lo vivió a mil al costado del campo de juego y con buenas dosis de bronca por algunos fallos del árbitro, Fernando Rapallini. Su semblanza no dejó exento el lamento por las opciones que generaron sus muchachos y que no llegaron a concretar: “Lo hicimos figura al arquero de ellos (Pozo), sino no era por él lo ganábamos. Igualmente, este tema de no poder marcar es una racha que nos está tocando y de la cual debemos salir adelante cuanto antes. ¿Cómo se hace? Trabajando cada vez más y teniendo en claro que vamos por el buen camino respecto de lo que mostramos hoy (por ayer) en el juego”, subrayó Garnero. obre los cambios que propuso en el mediocampo respecto del juego pasado y a su vez el regreso al sistema de dos líneas de cuatro, el entrenador destacó que “tuvimos buen manejo del balón y fuimos punzantes de tres cuarto de cancha en adelante, más allá que no marcamos. Me gustó lo que se hizo en el medio, era la idea quitarle el balón a Colón, que tiene volantes de muy buena técnica”.