Por lo hecho en la etapa de ayer, si se premiara el esfuerzo individual -como ocurre en algunas carreras del profesionalismo europeo-, el cordobés, Ignacio "Nacho’ Pérez, que corre para el equipo del Sindicato Empleados Públicos se habría llevado todos los laureles. Es que durante la mayor parte de la carrera regó con su esfuerzo las rutas de Chimbas y Angaco.
Saltó del grupo mayor, con otros siete colegas, cuando se cumplían 11 kilómetros, con el objetivo de neutralizar a dos fugados. Ya en Angaco, cuando había coronado exitosamente su meta, fue, por jerarquía y fortaleza individual, uno de los fogoneros, sino el más, en tratar de que esa aventura pudiera culminar de manera exitosa.
Entrando ya en la segunda mitad de la competencia, mientras las piernas de sus compañeros de fuga flaqueaban, las suyas seguían pistoneando de manera acompasada los pedales para mantener las diferencias, que de, casi, seis minutos se redujeron a tres y fracción.
Aunque apretó los dientes y puso alma, corazón y vida, en el intento, no pudo contra las leyes de la física. El sólo mantenía un ritmo que orillaba los 50 kilómetros horarios. Detrás suyo la jauría lanzada con los equipos grandes a la cabeza del pelotón viajaban a casi 65. Lo neutralizaron y no pudo bonificar en la meta volante. Lo que no le quita méritos a tamaño esfuerzo que no pudo convertirse en hazaña.
