Weylandt se encontró con la muerte de cara en una curva del descenso del Passo di Bocco, a 25 kilómetros de la línea de meta, justo un año después de celebrar en la misma carrera y en misma jornada, la tercera, el principal éxito de su truncada trayectoria.

El Giro comunicó la noticia a sus padres, pero no la hicieron pública hasta una hora después por respeto y consideración hacia Anne Sophie, su esposa, que dará a luz al primer hijo de la pareja en septiembre. No vio la carrera en directo al encontrase fuera de casa.

Weylandt, que cumplía su primera temporada en el Leopard, no tenía que haber salido de Venaria Reale para disputar el Giro de Italia. Estaba programado que participase en el Vuelta a España, pero la baja de su compañero italiano Daniele Bennati, quien sufrió una caída en la Vuelta a Turquía. Le hizo ilusión, pues aún recordaba como el triunfo más importante desde su debut profesional en 2004 el que obtuvo en la tercera etapa del Giro 2010, en una etapa que se decidió al sprint que salió de Amsterdam y llegó a Middelburg.

Nacido hace 26 años en Gante, era un ciclista apreciado en su país. Su simpatía conseguía esas afinidades.

En su palmarés aparecen 16 victorias, incluida una etapa en la Vuelta a España, en el año 2008, disputada entre Zamora y Valladolid.

La mala suerte le dio un aviso en la pasada edición del Gran Premio de L´Escaut, donde tuvo una aparatosa caída sin especiales consecuencias.