Germán Leuzzi tiene 32 años y ya desde
chiquito puso las manos en la masa para
ayudar a su mamá que trabajaba como
docente en una escuela de Los Berros, en
Sarmiento. Cuenta que era el único -con 8
añitos apenas- que podía hacer algo para
¡dejar de almorzar a la hora de la merienda!
"Mi mamá salía a las 15 de la escuela
y entre que llegaba a casa y se ponía
a cocinar, comíamos tarde todos los
días”, recuerda el chico que no tuvo problemas
en ofrecerse para empezar a preparar
cosas sencillas que con el tiempo
se convirtieron en platos exquisitos. Con
estos antecedentes, Germán no sorprendió
a nadie cuando anunció que su futuro
académico estaría ligado a lo gastronómico.
"Quería irme a estudiar a Mendoza
pero era complicado. Empecé en San
Juan, abandoné y me puse a trabajar de
barman y cocinero para poder costearme
mis estudios universitarios”, agrega. Finalmente
se recibió en la primer camada de
la Tecnicatura en Gestión Gastronómica
de la Universidad Católica de Cuyo. De inmediato
hizo una pasantía en el Hotel Provincia,
donde se quedó y probó por todos
los puestos de la cocina. Ese fue el puntapié
inicial para animarse junto a su hoy
esposa a armar su propio servicio de catering
con el que va a cualquier salón y
prepara cualquier tipo de evento.