San Juan.- El 28 de septiembre de 2013 los ciudadanos se conmovían luego de que aparezca en Calle 8, metros al Este del cruce con Lemos, en Pocito, el cuerpo de una jovencita. Se trataba de Rocío Villalón (16) quien había sido asesinada de forma brutal. Los investigadores de inmediato apuntaron a Fernando Flores (23), un muchacho que había estado vinculado sentimentalmente a Rocío.
Poco más de dos años se realizó el juicio y esta mañana la Sala III de la Cámara Penal dio su veredicto y le impuso la máxima pena: prisión perpetua para Flores.
En el juicio, el joven insistió en su versión de que esa mañana, luego de una juntada con amigos en la que terminaron borrachos, llegaron hasta el lugar donde apareció el cuerpo y la mató, pero para defenderse porque ella lo atacó cuando le reprochaba que sólo la buscara para mantener sexo.
En ningún momento Flores mostró arrepentimiento y, además, dejó claro con sus dichos un desprecio a la joven, determinaron los peritos sicológicos.
