Los precios del petróleo se precipitaron al cierre de la semana pasada. Se hundieron por debajo de los 60 dólares por barril. De esta manera, sufrieron el peor descenso semanal desde enero. Tuvo que ver la incertidumbre económica y su impacto en la indecisión de los inversores. El último reporte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronosticó un incremento en el consumo de petróleo para el 2010, pero espera que continúe siendo negativo en el 2009. Además, prevé una demanda limitada para el crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
