La Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión pidió a la Jefatura de la Policía la cesantía para el oficial que fue detenido en septiembre de 2014, acusado de simular un allanamiento y llevarse ilegalmente el vehículo de un particular que mantenía una deuda con el dueño de una agencia de autos. A raíz de esta misma causa, hace semanas el Segundo Juzgado de Instrucción dictó el auto de procesamiento contra este policía. Ahora, desde un organismo de Gobierno directamente solicitan que lo echen de las filas policiales por haber cometido una falta grave.
El policía en cuestión es el oficial ayudante José Rojas (30), quien trabajaba en el Comando Radioeléctrico de la Policía provincial, revelaron fuentes oficiales. Paralelamente a la causa judicial, este uniformado estaba siendo investigado administrativamente por la oficina de Inspección y Control de Gestión, dependiente del Ministerio de Gobierno. El organismo ya dio por concluido el sumario y el 19 de septiembre último elevó su resolución a la Jefatura de Policía pidiendo una de las penas más duras para el efectivo, como es la cesantía. Dicha sanción implica la expulsión de la institución, pero puede recibir un haber mínimo de retiro si tiene al menos 20 años de antigüedad. En su caso, si le dan ese castigo, no percibiría nada porque recién lleva 9 años de servicio. Por ahora ese expediente está en manos de un Consejo Disciplinario de la fuerza, que será el que evalué y resuelva si merece o no tal sanción, aunque la última palabra la tendrá el Jefe de Policía, explicaron allegados al caso.
El oficial estaba con el agente Gustavo Castro (36) cuando el 3 de septiembre de 2014 fueron en una patrulla a la casa de la familia Chirino en el Lote Hogar 38, Chimbas. Según la causa, Rojas se presentó como ‘oficial Aguirre’ de la Subcomisaría Cipolletti y, fingiendo tener una orden, presionó a la dueña de casa hasta que se llevó un Peugeot 405 que había sido comprado en una agencia y que no terminaban de pagar. Sacaron al coche tirándolo con la patrulla y después se lo entregaron al propietario de la agencia, que tenía contactos con Rojas.
