Para el fiscal de Cámara Gustavo Enrique Manini, no quedaron dudas: las pruebas acreditaron que el changarín Ricardo Ernesto Tejada (45) y sus hijastros Carlos Ramón (22) y Juan Ignacio Navea (19) entraron a la fuerza entre la noche del sábado 23 y el domingo 24 de julio de 2011 a la casa de la mujer que les alquilaba unas habitaciones en el Lote Hogar 35, Pocito, Elsa Sánchez (54 años, problemas de bipolaridad) y la mataron a golpes con una pala. La víctima agonizó unos 30 minutos y justamente antes de morir fue violada por el menor de los implicados, precisó. El fiscal consideró también que la pésima relación de Sánchez con sus inquilinos o la versión de que ella había cobrado unos $9.000 de una herencia (no fue así), pudieron ser los móviles del brutal ataque.
Por eso pidió a los jueces de la Sala I de la Cámara Penal, Raúl José Iglesias, Silvia Peña Sansó de Ruiz y Juan Carlos Caballero Vidal, que condenen a Tejada y al mayor de los Navea a la pena de reclusión perpetua por ser coautores de la violación agravada y un homicidio con tres agravantes: el ensañamiento (por hacerla sufrir), el número de personas y por cometerlo para ocultar otro delito o procurar la impunidad.
Para Juan Navea, menor al momento de los hechos, pidió que sea declarado responsable y que su caso pase a la Justicia de Menores para su sentencia.
A su turno, el defensor oficial de Carlos Navea, Mario Vega, pidió su absolución por el beneficio de la duda por entender que no había ninguna prueba que complicara a su defendido como coautor. Ante el tribunal, Vega insistió que Carlos sólo se metió a la casa de Sánchez para que les diera electricidad, la encontró muerta y le avisó a una vecina para que llamara a la Policía, el 28 de julio.
La también defensora oficial Mónica Sefair (asistió a Juan Navea) argumentó a su vez que no se habían seguido otras líneas de investigación y que la relación sexual entre su defendido y la víctima pudo ser consentida. Además dijo que no se había probado su relación con el crimen y por eso pidió desligarlo de ambas maniobras, además de someterlo a un tratamiento para la recuperación de su adición a las drogas. La asesora de Menores, Patricia Sirera, pidió el estricto cumplimiento del tratamiento tutelar, hasta ahora ‘incipiente’.
Jorge Aguiar, defensor de Tejada, también pidió la absolución. Entre otras cosas, dijo que los Navea lo presionan para que no hable y que hasta la madre de los jóvenes le dijo sólo lo defendiera a Tejada porque sus hijos eran los culpables de la violación y el crimen.
