El crack Lionel Messi, capitán del seleccionado y figura del Barcelona, y su padre Jorge fueron acusados ayer de tres delitos contra la Hacienda pública de ese país, por lo que podrían recibir una pedido de pena de hasta 22 meses de prisión, luego de la resolución tomada por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Gavá, que resolvió el auto de apertura del juicio que se lleva contra ambos.

Messi, quien será juzgado por un juez de lo penal de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), se sentará en el banquillo junto a su padre pese a que el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa para el futbolista, porque considera que no tuvo conocimiento del fraude que habría perpetrado su padre.

El juez envía a juicio a Messi porque el abogado del Estado ha mantenido su escrito de acusación contra el astro en el que lo considera, en contra de lo que opina el fiscal, “coautor” de los tres delitos con su padre por defraudar 4,1 millones de euros a Hacienda, falta por la que el jugador podría llegar a recibir un pedido de pena de 22 meses de prisión (siete meses y 15 días por cada uno de los delitos), consignó la agencia de noticias EFE.

También solicita una multa de la cuantía defraudada y la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones, ayudas públicas o beneficios fiscales por un período de un año y seis meses.

En la resolución, a la que tuvo acceso Télam, se afirma que si cualquiera de las acusaciones tiene interés en la apertura de juicio, el juez debe tomar la medida salvo que considere que no existen indicios razonables de delito.

En ese sentido, el magistrado reitera los argumentos de sus anteriores resoluciones en las que rechazó tanto el archivo de la causa contra Lionel Messi, solicitada por la fiscalía, como los recursos en el mismo sentido presentados por la defensa.

En ambas resoluciones, el juez Alcover Povo dijo que ‘no queda acreditado‘ que el futbolista de Barcelona ‘estuviera al margen‘ de la gestión económica, contractual y tributaria de sus ingresos, algo de lo que se encargaba su padre.

La fiscalía, en cambio, considera que Messi ‘no intervenía en la toma de decisiones sobre la gestión y canalización de sus ingresos ni conocía realmente el alcance, dimensión, finalidad y efectos del entramado societario‘ articulado por su padre para eludir el pago de impuestos. La defraudación de la que están acusados Messi y su padre deriva de la gestión de los derechos de imagen del jugador, quien no habría pagado el IRPF de los ejercicios 2007, 2008 y 2009.