La clase política francesa no quiere saber nada con Gérard Depardieu después que se difundió que estableció su domicilio en Bélgica y pese a que es sólo una de las figuras que engrosa la lista de personalidades que saltaron la frontera para preservar su patrimonio, tras la controvertida medida del presidente, François Hollande, de tributar con un 75% a quienes ganen más de un millón de euros al año.
Depardieu mantendrá la nacionalidad francesa pero si demuestra de manera oficial que pasa la mitad del año en Bélgica pagará sus impuestos en Néchin, donde tiene su casa desde hace un mes.
