El presidente Mauricio Macri debió ser evacuado de urgencia ayer durante un acto de inauguración de viviendas en un barrio de Mar del Plata, cuando diversos grupos de manifestantes que protestaban por sus declaraciones sobre la dictadura y su política económica comenzaron a abuchearlo y arrojaron una andanada de piedras contra su auto. Y como si esto fuera poco en un día de susto para el Presidente, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, al abordar el tema de los incidentes en una conferencia de prensa, confirmó una nueva amenaza contra Macri: por la mañana hubo un llamado que amenazaba con poner una bomba en la Casa Rosada si no pagaban un millón de pesos. Bullrich, acusó a ‘sectores políticos que no aceptan que la alternancia es buena en la democracia‘ e impulsan ‘una situación de fuerte agresión al gobierno‘ y vinculó a ‘sectores‘ minoritarios del ‘Frente para la Victoria‘. En este contexto a nadie le pasó desapercibida la invitación de la presidenta de la Madres de Plaza de Mayo que, menos de 24 horas antes, había convocado al kirchnerismo a ‘resistir’ a Macri.
Frente a estos hechos de violencia, funcionarios y dirigentes de Cambiemos se mostraron preocupados y manifestaron su enérgico repudio. En tanto, desde la oposición, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, advirtió que ‘la violencia y el miedo son símbolos de un pasado al que la Argentina no quiere volver‘. ‘Una alternativa política no se construye tirando piedras, sino con propuestas para resolver los problemas de la gente‘, agregó el legislador desde Mar del Plata donde encabeza un congreso partidario.
En respuesta a la agresión, Macri, cuando los silbidos y gritos interferían en su alocución al encabezar un acto de lanzamiento de un plan de viviendas en el barrio marplatense Belisario Roldán, invitó a los violentos a ‘usar la energía para construir, no para agredir‘. Allí afirmó que los autores de los hechos ‘en vez de sumar, apedrean‘ y recalcó que ese distrito será ‘uno de los 500 que serán urbanizados en todo el país‘.
Alrededor de las 10, cuando llegó Macri al barrio Roldán, se concentraron agrupaciones sociales y de derechos humanos, para rechazar las políticas del Gobierno, así como las declaraciones del primer mandatario, referidas a que no tenía ‘idea‘ si los desaparecidos durante la última dictadura eran 30.000.
El jefe de Estado denunció que los manifestantes lo apedrearon y los vecinos que protestaban dijeron haber sido ‘reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos‘ por querer expresar sus quejas contra las políticas económicas del Gobierno nacional.
Macri estaba acompañado por la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Carlos Arroyo, y según confirmaron a DyN, el mandatario debió interrumpir el discurso entre silbidos y pedradas y ser evacuado en una camioneta que también sufrió ataques con piedras.
Una vez en Sierra de los Padres, más tranquilo, Macri encabezó otro acto en la planta de producción de kiwi, donde se mostró de buen humor al señalar que ‘es un día de sol, es un día peronista‘ y convocó a ‘agregar valor a lo que hacemos, sumando investigación, desarrollo, y trabajo del Estado‘. Allí, reiteró que ‘vamos a bajar la inflación, a seguir bajándola y esperamos el año que viene volver a crecer y generar empleo. Hay que poner en marcha la obra pública‘. Por otra parte, distintos organismos de derechos humanos desplegaron una bandera de varios metros de largo con fotos de rostros de los desaparecidos, después de la polémica generada por las declaraciones de Macri, quien aseguró no tener ‘idea‘ de si hubo 30 mil desaparecidos durante la última dictadura y habló de una ‘guerra sucia‘.
