Eran las 21.30 del miércoles cuando Mario Peñaloza (20 años, albañil) y su hermano Miguel (22, empleado municipal) con su novia Daniela, dejaron cerrada con llave la pieza que desde hace un año y dos meses alquilan en Villa del Carril, Capital, para una salida de rutina: Mario partió a ver a su novia, Miguel fue con su pareja a visitar a otro hermano. Sin embargo una hora después de su salida, uno de los jóvenes recibió la llamada de un vecino, avisándole que todo en la habitación estaba en llamas.
Cuando regresaron, el fuego había sido controlado por los vecinos pero las consecuencias eran irremediables: dos camas, un ropero con toda su ropa y su calzado, sus documentación personal, un televisor, un centro musical, una cocina anafe, una heladera y una mesa de luz habían sido destrozados por las llamas, igual que unos 400 pesos que tenían ahorrados para enfrentar algún imprevisto.
Los hermanos Peñaloza tuvieron suerte de que los vecinos rompieron la puerta y pudieron rescatar a sus dos perros (un boxer y un pitbull) que habían dejado dentro de la habitación.
¿Cómo se originó el fuego? Mario Peñaloza explicó ayer que uno de sus vecinos le dijo que antes de que comenzara el fuego vio a una pareja junto a la ventana; de hecho la tela mosquitera de ese ingreso estaba violentada.
‘Yo me pregunto por qué esta maldad contra nosotros si no molestamos a nadie… somos unos simples laburantes. Perdimos todo y ahora no sabemos dónde ir’, aseguró Mario.
