Los presidentes de Argentina y Chile resolvieron ayer profundizar la integración bilateral y coincidieron en "lo mejor de las relaciones bilaterales aún está por venir" durante el encuentro que mantuvieron ayer en la Casa Rosada en lo que fue el primer viaje al exterior del flamante mandatario chileno, Sebastián Piñera.

Con un agradecimiento particular al Gobierno y pueblo argentino por la inmediata y sincera ayuda tras el terremoto del 27 de febrero pasado, Piñera arrancó su estancia en el país y se expresó su deseo que los avances en materia de integración sean una realidad y lleguen a la gente. En ese sentido, hizo un fuerte pedido para que se realicen mejoras en la conectividad de su país con Argentina y dijo que es necesario trabajar para integrar las aduanas de ambos países a lo largo de una extensa frontera de más de 5.000 kilómetros.

"Hablamos de la integración física. Me parece absurdo que gastemos miles de millones de dólares en puentes, en túneles que nos acercan, para encontrarnos con una aduana que nos aleja", dijo Piñera al hablar junto a su par, Cristina Fernández en la Casa Rosada.

"El tiempo que ahorramos usando los puentes y los túneles lo perdemos haciendo fila o espera en las aduanas", agregó el mandatario chileno, quien propuso "facilitar el funcionamiento de las aduanas integradas’.

A su turno, Cristina Fernández confirmó además, que Piñera estará presente en los festejos del Bicentenario del 25 de mayo, y que ella hará lo propio el 18 de setiembre, cuando toque el Bicentenario al vecino país.

En coincidencia con la visita de Piñera a la Argentina, en su primera gira internacional desde que asumió en la Casa de la Moneda el mes pasado, el gobierno argentino otorgó al mediodía el placet al nuevo embajador trasandino, en Argentina, Miguel Otero -ver aparte-.

Fernández de Kirchner, quien recibió de su visitante un cuadro del prócer chileno Bernardo O’Higgins, dijo sentirse "muy contenta" de que "en la primera visita al exterior (Piñera) haya elegido como destino la República Argentina" lo que interpretó como "una reafirmación del proceso de hermandad e integración" entre los dos países.

"Hemos mantenido una excelente reunión, en la cual pasamos revista, primero a la situación que debió atravesar Chile" por el terremoto, informó la jefa de Estado, quien dijo haber ratificado "una vez más nuestro aporte y todo lo que sea necesario" para la reconstrucción de las zonas afectadas.

Además, dijo haber "repasado temas bilaterales, en cuanto a obras físicas, pasos de fronteras, y la reunión de Washington por la actividad nuclear" del próximo lunes.

Por otra parte, advirtió: "Ante alguna aprehensión por el hecho de que un gobierno de un signo político no similar al de la Argentina, podría afectar las relaciones, quiero garantizar a todos, a los argentinos, a los chilenos, que en absoluto puede suceder una cosa así".

Se había especulado con un enfriamiento de la relación entre Argentina y Chile, luego de que Piñera, de la centroderecha, sucediera a Michelle Bachelet, de la centroizquierda chilena, con quien había mayor afinidad ideológica por parte del gobierno nacional.

A su turno, Piñera dijo querer "agradecer y disculparme" ante el gobierno nacional.

"Agradecer la ayuda generosa, fraterna y oportuna de la Argentina a nuestro país en tiempo de catástrofe, y disculparme porque recibimos a la presidenta, a la amiga Cristina, con tres temblores", bromeó.

Igualmente, señaló que "la Presidenta, con temple y coraje se quedó más tranquila que muchos de sus colegas varones", el pasado 11 de marzo, cuando visitó Chile.

Previo a reunirse con Fernández de Kirchner, Piñera sostuvo que Argentina y Chile "tenemos muchos cosas que nos unen, compartimos una historia, una cultura, un pasado y un fundamentalmente futuro".

Después compartieron un almuerzo en la sede de la Cancillería donde también estuvo el gobernador, José Luis Gioja.