Han surgido muchas especulaciones sobre la posibilidad que el presidente electo de Chile, el magnate Sebastián Piñera, encabece un bloque anti bolivariano en Latinoamérica, aunque sus colaboradores dicen que es poco probable que ocurra. Pero quien será en el primer presidente de centroderecha de Chile, tras dos décadas de gobiernos de centroizquierda, ha criticado la dictadura cubana, el atropello a las instituciones democráticas en Venezuela y pidió ampliar la Carta Democrática de la OEA, para que incluya medidas colectivas contra los autócratas que violan el Estado de derecho.

Hugo Chávez, que ha financiado a varios políticos latinoamericanos con sus petrodólares, reaccionó con virulencia ante la victoria de Piñera y le advirtió: "que no se meta con nosotros". Pero, según los más cercanos colaboradores de Piñera, el presidente electo no creará un bloque anti chavista junto con Colombia, Perú, México, Panamá, Costa Rica y Honduras para enfrentar el expansionismo venezolano. Cristián Larroulet, asesor de Piñera mencionado como probable jefe de Gabinete del próximo gobierno, sugirió que Piñera será un líder pragmático, que dará prioridad a la cooperación y a las buenas relaciones en América latina.

¿Eso significa que la política exterior no cambiará?, le pregunté. Larroulet dijo que habrá un cambio significativo: Chile empezará a defender con mucho más entusiasmo su exitoso modelo económico, que redujo la pobreza del 43 al 13% de la población en las dos últimas décadas y valorar uno de los factores fundamentales del éxito chileno, que es la democracia consolidada con instituciones fuertes. También un modelo de desarrollo de economía social de mercado, señaló. Eso marcará una gran diferencia con Michelle Bachelet, a quien los seguidores de Piñera califican como capitalista vergonzante, porque ha sido tímida en la defensa pública del modelo chileno porque va en contra de su credo socialista.

En otras palabras, Piñera será un defensor del capitalismo, pero tratará de no entrar en peleas con Chávez ni con otros miembros del bloque bolivariano. Piñera no comprará la idea de crear dos Latinoaméricas, una de izquierda y otra de derecha, ya que existen razones prácticas por las que Piñera no creará un bloque anti chavista. Una alianza con los líderes que podrían integrar ese bloque, sería mal vista dentro de Chile.

Una alianza con Colombia levantaría el fantasma del militarismo y las violaciones a los derechos humanos en muchos sectores chilenos; una coalición con Perú sería difícil por la disputa fronteriza entre ambos países; un bloque anti bolivariano con México es poco probable, porque ese país está envuelto en una guerra contra el narcotráfico, y una asociación con el presidente de centro-derecha de Panamá, el magnate Ricardo Martinelli, se criticaría en Chile como un club de millonarios.

Mi opinión: Piñera será un Lula de centro-derecha, una versión "espejo" del presidente de centro-izquierda de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien apoya públicamente a sus amigos latinoamericanos de izquierda sin criticar abiertamente a quienes están a su derecha. De momento, Chile no impulsará ningún bloque anti Chávez. Pero esa situación podría cambiar si el candidato de centro brasileño José Serra gana las elecciones presidenciales de octubre, y Brasil deja de apoyar a Chávez y otros líderes autoritarios de la región. Eso cambiaría el equilibrio de fuerzas en Latinoamérica, e inclinaría la balanza hacia el centro y Piñera se sentirá con mucha mayor libertad para arremeter abiertamente contra los planes expansionistas del presidente venezolano. Por ahora, Piñera será pragmático.