¿Qué son plantas suculentas? Estas plantas, también llamadas plantas grasas o plantas carnosas, son aquellas que han desarrollado tallos u hojas gruesas y carnosas para almacenar agua en sus organismos. La suculencia o engrosamiento es un fenómeno de adaptación que se produce en ecosistemas donde las precipitaciones son muy escasas o muy irregulares, donde la tierra tiene poca capacidad de almacenar agua. En algunas circunstancias porque llueve poco o porque lo hace muy esporádicamente. En otras porque, aunque llueva lo suficiente y en intervalos adecuados, el agua se filtra hacia capas más profundas donde las plantas no pueden acceder.

La suculencia se da especialmente en zonas áridas donde las precipitaciones son pobres (desiertos, tierras áridas, etc.) pero también sobre rocas, terrenos cársticos o suelos arenosos, por ello su adaptación a nuestro clima.

Las adaptaciones de las plantas suculentas a su medio han desarrollado una apariencia física muy similar entre plantas que no están relacionadas genéticamente porque pertenecen a familias diferentes. Este fenómeno, conocido como convergencia adaptativa, es el que ha determinado que una pita (Agave americana) sea considerado por los profanos como una especie de cactus, cuando en realidad se trata de una agavácea por lo que esta más relacionada con los lirios que con los cactus. El hecho de que presente hojas gruesas y carnosas y que contenga espinas le otorga un parecido físico que ha llevado a esta confusión. Es la necesidad de conservar agua la que ha hecho que ambas plantas desarrollaran estructuras parecidas.

Todos los cactus son plantas suculentas, pero no todas las suculentas son cactus. El cactus pertenece a otra familia que en otra edición lo describiremos específicamente.

La capacidad para almacenar agua se debe a que han desarrollado gran cantidad de tejidos especiales de naturaleza parenquimática, formado por células especializadas con grandes vacuolas que permiten este almacenaje. Otra de las adaptaciones es la elaboración de tallos esféricos o columnares lo que les otorga un volumen superior con una exposición menor de su superficie al aire. Esto les permite una mayor reserva de líquidos y un contacto menor con el medio seco, lo que disminuye la perdida de agua. A esta misma finalidad responde también el hecho de que la mayoría de ellas están poco o nada ramificadas. La ausencia de ramas disminuye la superficie de contacto exterior con la atmósfera. Si se compara con las plantas que viven en ambientes húmedos veremos que estas últimas desarrollan grandes y numerosas hojas para que la superficie de evaporación sea lo mayor posible. En cambio muchas de las plantas suculentas han desarrollado espinas no solamente para protegerse de los herbívoros sino para disminuir la transpiración.

Además, en la mayoría de las especies las partes verdes están recubiertas por sustancias céreas que las hacen más resistentes al calor y disminuyen la transpiración. Otra de las adaptaciones es la presencia de una abundante pelosidad que, además de protegerles del calor, es capaz de disminuir la transpiración e incluso captar el rocío de la mañana.

Tipos de plantas suculentas según su familia
Existen un número enorme de plantas suculentas en todo el mundo. Entre las principales familias que las componen tenemos las siguientes:

  • Cactáceas: Todas las plantas de esta familia son suculentas.
  • Agaváceas: Habitan en los lugares secos y semisecos de América, especialmente en México, donde tienen una importancia muy grande desde un punto de vista ecológico y económico. De algunas se extrae bebidas como el pulque o el mezcal; otras se utilizan para la extracción de fibras. Muchas se usan para formar cercas donde encerrar el ganado, etc. Existen aproximadamente unas 300 especies en esta familia que poseen suculencia. Entre todas ellas destacan los géneros ágave, fucraea, yucca, hosta, sanseviera, etc.
  • Aizoáceas: La mayoría de estas plantas viven en las tierras desérticas y arenosas de Australia y Sudáfrica por lo que están muy adaptadas a resistir la sequía. Muchas de ellas carecen de hojas y tienen los tallos suculentos. Entre todas ellas destacamos los géneros: lithops, carpobrotus, aptenia, conophytum, drosanthemum, faucaria, Glottiphyllum , conicosia, pleiospilos, etc.
  • Crasuláceas: La mayoría de las 1.400 plantas de esta familias son suculentas. Pueden encontrarse en todas partes del mundo, pero especialmente en los espacios secos del hemisferio norte y en el sur de África. Entre los géneros más importantes tenemos aeonium, crassula, echeveria, kalanchoe, monanthes, sedum, sempervivum, pachyphytum y umbilicus.
  • Euforbiáceas: Las euforbias constituyen un género de plantas muy diversas ya que se pueden encontrar, árboles, arbustos o hierbas. Todas ellas se distinguen por las flores en ciato y la presencia de látex en sus tejidos. Algunas que viven sobre terrenos muy secos han desarrollado órganos suculentos para almacenar agua. Se trata especies del género euphorbia Entre las especies con suculencia tendríamos, por ejemplo: Euphorbia canariensis, E. grandicornis, E. aphylla, E. obesa, E. Tirucalli, E. Resinifera, E. turbiniformis, E. bupleurifolia, E. atropurpurea, E. balsamífera, E. canariensis, E. ambrosae, E. regis jubae, entre otras.
  • Apocináceas: Existen unas 1500 especies de apocináceas. La mayoría de ellas proceden de las zonas tropicales o subtropicales de América, Asia y Oceanía. Todas ellas se caracterizan por poseer látex que suele ser tóxico. Algunas son muy conocidas por sus usos en jardinería como la adelfa , la vinca o la allamanda. Otras porque de ellas se extraen productos tan interesantes como la quinina ( Rauvolfia cafra ) o fuertes alcaloides, como en el género thevetia.
  • Entre los géneros que presentan suculencia tenemos pachypodium, adenium, ceropegia, duvalia, cynachum, caralluma o stapellia.

  • Portucaláceas: Existen unas 500 especies de plantas pertenecientes a esta familia de hierbas o arbustos. Se pueden encontrar principalmente en zonas áridas de África, Sudamérica y Australia. Entre las especies con suculencia tenemos los géneros portulaca, cisanthe talinum y portulacaria.
  • Didiereáceas: Esta familia contiene unas 11 especies de plantas suculentas que constituyen endemismos de Madagascar. Su aspecto es muy cactiforme, presentando espinas, tallos redondeados y algunas hojas caducas.
  • Asfodeláceas: Es una de las familias que antiguamente se incluían dentro de las liliáceas pero que muchos taxonomistas prefieren considerarlas como una familia propia. Viven en regiones templadas y tropicales de Europa, África y Asia, aunque la mayor cantidad de especies se encuentra en Sudáfrica. La mayoría de ellas presenta hojas con suculencia. Entre los géneros más característicos tenemos: Áloe, kniphofia, Haworthia, asphodelus, gasteria, paridesea, bulbine, astroloba, simethis, bulbinella, , tachyandra, eremurus, xeronema, etc.
  • Hiacintaceas: También estaban incluidas dentro de la familia de las liliáceas. Aunque viven en climas templados o tropicales de Europa, Asia y África, prefieren el clima mediterráneo. La mayoría de ellas presentan las hojas carnosas, pero los géneros con mayor suculencia son: ledebouria, scilla, muscari, leopoldia, galtonia, etc.

Plantas con hojas suculentas

Algunas plantas manifiestan su suculencia en las hojas. En este caso las hojas se vuelven gruesas y adquieren una gran capacidad de almacenar agua. Entre las principales familias que desarrollan hojas crasas tenemos las crasuláceas, las agaváceas, las aizoáceas, las asfodeláceas, las euforbiáceas, las portulacáceas y algunas cactáceas.

Plantas con tallos suculentos

Algunas especies desarrollan tallos suculentos. Entre las familias que desarrollan este tipo de tallos tenemos: las cactáceas, las portulacáceas, las euforbiáceas, las apocináceas y las didiereáceas.