El técnico de la selección boliviana, Erwin “Platini” Sánchez, que antes de iniciarse el encuentro recibió reproches de su público, coronó exitosamente el plan elaborado para vencer a la selección argentina.

Probablemente, quien fuera un destacado conductor -en sus épocas de jugador- de la nacional del Altiplano, no se imaginó nunca tamaña goleada, pero no caben dudas que trabajó para ganar el partido.

Resguardó del desgaste del viaje y partido contra Colombia, jugado el sábado pasado en Bogotá a siete jugadores entre ellos los tres puntas que ayer aniquilaron al equipo albiceleste: Alex Da Rosa, Marcelo Martins y Joaquín Botero; sabiendo que si gana los dos partidos que le quedan de local puede llegar a soñar a entrar por la ventana al Mundial.

La planificación para la victoria se apoyó en poner en cancha un equipo ágil y veloz ayudado por un campo de juego al que se le cortó el césped al ras en la mañana del encuentro y se lo regó con la idea que los “Diego Boys”, sintieran rápidamente el peso del mismo en sus piernas, como ocurrió.