Aunque esta temporada fue un tanto más atípica a lo acostumbrado en cuanto a la afluencia de viajeros, generalmente pensar en un verano (aunque sea finales de febrero prácticamente), en Mar del Plata, Villa Gesell o Pinamar es adentrarse en un mundo de gente y más gente y más gente. Claro que la gente no viene sola. Implica un sinfín de colas para cenar en un restaurante, colas para ingresar a determinados comercios, colas y esperas para conseguir un taxi para llegar al hotel o el departamento. Y lo que es peor aún, la incómoda situación de encontrar un lugar ‘libre de gente’, aunque sean unos pocos centímetros de arena, dónde ubicar la sombrilla y la lona para tirarse panza arriba de cara al sol.

Por eso, para quienes entre diciembre y marzo huyen del gentío y las situaciones que exasperan a más de uno que está buscando un descanso reparador a lo vivido en el año, hay otras opciones para vacacionar en la costa argentina que ofrece en sus 1.280 kilómetros de extensión costera opciones para todas las necesidades.

Desde San Clemente hasta Monte Hermoso hay al menos media docena de balnearios que para muchos apenas son conocidos por ver el nombre en un cartel de la ruta, pero que vale la pena descubrir. Muchos de ellos -Costa del Este, Aguas Verdes, Costa Azul, Mar Azul y Reta- son algunas de las posibilidades. Interesantes, sin lugar a dudas ya que son localidades más pequeñas y menos difundidas o publicitadas. Y por ende, con menos visitantes. Eso sí, mar, sol y arena abundan en todos los casos. Lo que sigue, es apenas un repaso por algunas de estas playas, ideales para vacacionar en familia, quizás un tanto más alejado del ruido y las multitudes.

Costa del Este y otros

Ubicada a pocos kilómetros de Mar del Tuyú, es más conocida como la ‘playa del millón de pinos’, ya que esta playa está enclavada en plena naturaleza, caracterizada por montes de eucaliptos, pinos, acacias y álamos. Sin lugar a dudas, un paisaje bien diferente al que estamos acostumbrados los sanjuaninos.

En cambio, al sur de Mar de Ajó, en la zona de Altos Médanos -que comprende Pinar del Sol, Costa Esmeralda y Punta Médanos- invita a perderse entre dunas gigantes que alcanzan los 40 metros, ideales para, más allá de sentirse en el medio del desierto, poder disfrutar de deportes como el sandboard o las travesías en cuatriciclos y para los más aventureros, jeeps, tal como se proponen diariamente este tipo de actividades para aprovechar la naturaleza.

Aguas Verdes

Entre Costa del Este y Lucila del Mar (que está tan sólo a 6 cuadras de playa), está esta localidad costera que, a diferencia de otros sitios, es un balneario de amplias playas, con un cordón de dunas de hasta seis metros de altura y gran vegetación. Es un lugar tranquilo, donde inevitablemente el turista toma contacto con la naturaleza. Sus playas tienen un ancho que varía entre 100 y 150 metros y en semejante extensión hay éxito asegurado en la pesca. Allí abundan los cardúmenes de corvinas, pejerreyes, brótolas, rayas y cornalitos.

Vale la pena visitar, el Castillo Duhau, una de las primeras construcciones de la zona, que justamente era propiedad de la familia que le da el nombre, como muchas otras propiedades del lugar. Esta inmensa edificación de estilo normando, cuenta con un gran parque de gramilla, que puede verse desde los médanos de la playa.

Costa Azul

Para cualquier desprevenido puede referirse a las famosas playas francesas. Sin embargo no es así. Es costa argentina de una punta a la otra. El lugar es una especie de barrio anexado a San Bernardo por su proximidad. Es para quienes disfrutan realmente de la playa ya que se destacan sus balnearios y la posibilidad de alojarse en chalets construidos de tal manera de asegurarse la vista al mar. Además la zona promete esa tranquilidad y silencio necesario para poder apreciar los sonidos del mar, playas amplias, poca gente y mucho espacio son las características que mejor lo define. Ideal para ir en familia y no abrumarse con la multitud.

Mar Azul

Es la conjunción entre bosques y playas tranquilas. Está a 15 kilómetros al sur de Villa Gesell y 90 kilómetros al norte de Mar del Plata.

El lugar -repleto de médanos y bosques- ganó popularidad por ser una excelente zona apta para la pesca deportiva de costa, por la posibilidad de practicar allí deportes motorizados y por ser la playa más cercana al faro Querandí.

Se caracteriza por tener un bosque de pinos inexplorado (uno de los más bonitos de la costa atlántica, con casas y cabañas entre sus árboles), con inmensas playas anchas y tranquilas y sus callecitas de arena.

Reta

Ya casi al final de la ‘pancita de Buenos Aires’, en el partido de Tres Arroyos, Reta se destaca por sus aguas cálidas, arenas finas y sin lugar a dudas, por lo abundante de la vegetación, con álamos, eucaliptos y coníferas que le dan marco a la típica arquitectura de estilo mediterráneo del lugar. Las playas son, según califican los visitantes, ‘infinitas, solitarias, extensas’. Por supuesto que es así ya que entre Claromecó, Reta y Orense, hay 100 kilómetros de costa.

Reta es un lugar sumamente tranquilo al que también supo llamársele Balneario San Sebastián o Balneario Océano.